Edwin Murillo, capitán del yate en el que Rodrigo Marín, el exdirector de Vigilancia de la Salud, se dio una vuelta el fin de semana y que terminó provocando su renuncia, está muy dolido porque desde el domingo pasado él y su familia viven agresiones verbales de gente que ni conocen: “Yo no soy ningún Judas”, asegura en una carta que le envió a La Teja.
Murillo es un pulseador y se siente muy mal porque por las fotos que publicó en Facebook en agradecimiento a un servicio de transporte marítimo contratado por el doctor Marín, se armó un alboroto en redes sociales que terminó con la renuncia del médico este lunes.
En las fotos se ve a Marín acompañado de gente que no es de su burbuja social sin ningún tipo de protección como mascarilla o caretas y todos bien apelotaditos.
Desde el lunes 20 La Teja le mandó un mensaje por WhatsApp y nos respondió pidiéndonos tiempo para alistar un comunicado de prensa, algo que para él era totalmente nuevo, pero ante el burumbún prefería hablar.
No fue el lunes sino este martes 21 de julio que el capitán nos envió sus palabras, las cuales están cargadas de dolor por la renuncia del doctor Marín y por las constantes agresiones que tanto él como su familia han recibido en las últimas horas.
Constantes agresiones
“Ante la situación ocurrida en días pasados sobre la publicación realizada por mi persona en referencia al viaje del doctor Marín, y en vista de los constantes improperios, llamadas u otro tipo de mensajes realizados hacia mí, principalmente y posterior hacia mi familia, es que deseo informar lo siguiente:
“Primeramente, pido disculpas tanto al doctor como a sus allegados, a los entes gubernamentales que se vieron perjudicados con la situación y a los costarricenses en general que sintieran algún tipo de malestar por la publicación realizada”, fue lo primero que escribió el capi, quien es un breteador independiente.
“He de mencionar que mi empresa es completamente de carácter familiar, en la que al igual que muchos costarricenses, entre mi esposa y yo tratamos de mantenernos y subsistir diariamente.
“En vista de la situación pandémica y en referencia a que poseemos cuatro meses de no realizar tours completos debido a las restricciones, es que, en el momento de llegar dicho viaje, nuestra alegría era inmedible.
“No justifico mi accionar, pero lo hice sin pensar en que nosotros los ticos no pudiésemos comprender que un profesional (indistintamente de su rama), también es humano, también tiene días libres, vida social, entre otras”.
Respeto a los protocolos
El capitán destaca que en su empresita siempre han respetado las disposiciones del Ministerio de Salud.
“Personalmente he apoyado todas las medidas que el Gobierno ha dictado para protegerme no solo yo, sino a mi familia y a las personas cercanas a mí, aún sabiendo que esto afecta mi economía familiar.
“Sin embargo, en el servicio de tours que se brindan se acatan todas las medidas impuestas por el gobierno, desde el uso de implementos, horarios de viaje y las disposiciones con los ocupantes, y así lo hicimos en dicho viaje.
“En cualquier tour reportamos a los guardacostas el ingreso y salida, además de cualquier situación ajena que debamos notificar, a su vez, la embarcación posee todas las licencias, permisos u otros documentos vigentes y al día, incluyendo las restricciones actuales.
“Por lo que no estábamos incumpliendo protocolos. En este caso -como en todos- seguimos las medidas dictadas por el curso que nos ha brindado el ICT (Instituto Costarricense de Turismo) a los pescadores; además de las medidas que ya todos conocemos. Nuestro sector está en continua capacitación”, explicó.
“No soy mala persona”
El capitán Murillo no es ningún aparecido, tiene mucha experiencia y jamás tuvo broncas, mucho menos una que jalara tanto a la prensa como la que involucró al doctor Marín.
“Estoy hace más de 10 años en este mercado y nunca se ha presentado problema alguno sobre los servicios. Pero sé, que para algunos cometí un error y lamento que haya ocurrido; sin embargo, esto no me hace ser mala persona, poco profesional, ni ningún Judas, ni miles de sinónimos adicionales que no vale la pena citar, ni nada por el estilo, solo aprendo del error cometido como cualquier persona humana en este mundo.
El capi Murillo a los que sí le brindaron su mano solidaria en momentos difíciles.
“Agradezco todos los mensajes de apoyo a mi familia y al sector turismo tanto de personas que no conocemos como allegados que comprenden fielmente cómo ocurrieron los hechos y reconocen quienes somos como personas.
“A los que continúan o continuarán burlándose o haciendo mofa de las situaciones que le ocurren a los demás y no saben más que agregar críticas destructivas, les respeto los comentarios mas no los comparto, pero entiendo perfectamente que errar es de humanos y a todos nos tocará”, advirtió al final de sus palabras.