La despedida de su ser querido podría ser un viaje en el tiempo, con un funeral así como lo hacían nuestros antepasados.

Una carroza jalada por dos caballos percherones trasladan el féretro de esa persona tan especial hasta lo que será su última morada.

A lo largo del recorrido, cuatro muchachas se encargan de lanzar pétalos de flores en el suelo, marcando de forma elegante el paso del carruaje.

Este servicio es una de las novedades que ofrece la funeraria Valle de Paz. La carroza fue traída de Nicaragua y restaurada para dar a los amantes de lo clásico un elemento nuevo y diferente. Su alquiler cuesta unos ¢5 millones.

Así como Valle de Paz, otras funerarias han empezado a lanzar nuevos productos, más allá de los tradicionales, para captar la atención de sus clientes y brindar un servicio único y personalizado a la hora de dar el último adiós.

Homenaje de amor

“Nosotros ya no brindamos servicios funerarios, lo que hacemos es lo que llamamos un homenaje de amor. Tratamos de transformar el dolor del doliente, queremos dignificar a esa persona que tanto dio en vida”, explicó Jacksenia Lamuge, directora administrativa de Valle de Paz.

Uno de esos productos es el diamante de pelo, el cual se forma a partir del carbono del cabello del fallecido. Se puede hacer en forma de corazón, circular o cuadrado. Están disponibles en colores rojo, verde, amarillo y celeste.

Este diamante se confecciona en Brasil y vale ¢1.500.000.

“También tenemos colgantes para cenizas, en donde se deposita un poco de la ceniza del ser querido en una joya y la sellamos con un sistema especial, para que no se vuelva a abrir. La persona escoge la joya, de acuerdo con los gustos del fallecido. Su valor es de ¢250 mil en adelante”, agregó.

Cremar restos

Fernando Soto administra la funeraria San Rafael, en Alajuela. El miércoles anterior, ese lugar firmó un convenio con una empresa para brindar a los clientes el servicio de cremación de restos.

“Los cementerios están saturados. A veces algunas personas cuentan con un espacio en el cementerio, pero está ocupado, por eso podemos sacar los restos de esa persona, cremarlos, depositarlos en una caja de madera o de metal y colocarlos dentro del nuevo féretro”, indicó.

Otro servicio nuevo que ofrece esta funeraria es la de los planes de ahorro, para que los familiares puedan depositar cada mes un monto fijo y así no correr en gastos cuando requieran despedir a un miembro de la familia.

“Hace dos años iniciamos con el plan de ¢5.000 y desde hace dos meses estamos con el de ¢10.000. A los clientes les gusta mucho la idea de ahorrar y parte de nuestra razón de ser es ofrecer servicios muy accesibles para organizaciones sin fines de lucro”, agregó.

Colocan señales en la calle

La Funeraria El Carmen se propuso desde su fundación, hace 10 años, ser diferente a las demás.

Su propietaria, Eyleen Esquivel, aseguró que se esfuerzan por ayudar a los clientes y disminuirles todo el trabajo posible.

“Si la familia no quiere alquilar la capilla, nosotros le armamos el altar en la casa de habitación. Les prestamos las sillas, para que las personas que lleguen a la vela estén cómodas", manifestó.

Como novedades, Esquivel aseguró que el día del funeral colocan señalización para indicar a los conductores que cerca hay un funeral y así manejen despacio. Además, durante el trayecto al cementerio, reparten agua fría a quienes hacen el cortejo fúnebre.

“En el cementerio obsequiamos globos blancos, para que quienes acompañen al fallecido los lancen al aire. Todo lo que prestamos y regalamos lo hacemos para reconocerle al cliente su confianza hacia nosotros”, indicó.

Amigable con el ambiente

La funeraria Silencio y Paz es declarada carbono neutral y por eso todos sus servicios lo hacen en armonía con el ambiente.

“Tenemos las urnas verdes, que consisten en espacios de un metro cuadrado, donde se colocan las cenizas en una urna biodegradable y encima se le planta un arbusto. A los seis meses se degrada la urna y las cenizas ayudan al crecimiento del arbusto”, afirmó Alejandra Jiménez, administradora del lugar.

Jiménez señaló que ofrecen a sus clientes un cofre importado, el cual no tiene el vidrio que normalmente tienen los ataúdes, lo que permite a los familiares exponer el cuerpo del fallecido como si se tuviera frente a frente.

“En este cofre se usa madera tipo pino chileno. Se incluye en los paquetes más costosos, pero por sus características es único y está gustando mucho entre los clientes”, expresó.

¿Cuánto cuesta morirse?

En La Teja consultamos a las funerarias por los precios de sus servicios y hay variedad de precios, para todas las necesidades.

Los paquetes con féretro incluyen arreglos florales, los traslados a los lugares de velación, a los templos y a los cementerios.

Algunas funerarias todavía utilizan los féretros envueltos en peluche, pues afirman que son más económicos y algunas familias los buscan así, de acuerdo a su presupuesto, mientras que los más utilizados en la actualidad son los de madera.

En la actualidad hay paquetes con un valor de ¢200 mil en adelante. Algunos paquetes intermedios pueden costar entre ¢500 mil y ¢900 mil.

Los paquetes más caros tienen un valor superior al millón de colones. Hay algunos que cuestan ¢1.500.000, otros ¢2 millones y hay unos más elevados, con un precio de hasta ¢10.000.000.

Despedidas particulares

Estas son algunas anécdotas particulares que nos contaron los funcionarios de las funerarias:

“Un cliente perdió a su hijo en un accidente y como amaba la música reggae pidió que los arreglos florales fueran de colores verde, amarillo y rojo”.

“Una vez me llamaron porque falleció una niña de 12 años. Cuando fui a la casa de la familia para llevar el féretro, la abuela nos indicó que sería velada en la capilla, pero que llegáramos al día siguiente porque iba a dormir con la niña”.

“Hace 20 años compramos una carroza y mis conocidos decían vacilando que no querían estrenar la carroza. La primera vez que la usamos fue cuando falleció mi mamá”.

“Durante un servicio, nos pidieron que detuviéramos la carroza y que la dejáramos en un lugar por cinco minutos. Los familiares y amigos se quedaron allí en la calle aplaudiendo, pues era una persona muy querida en ese lugar”.

“En una oportunidad tuvimos que brindar un servicio para un señor que era trailero. Su familia nos pidió que lo sacáramos de la carroza y pusiéramos el féretro en el tráiler por un rato, para homenajearlo”.