Los comerciantes de Fraijanes, en Sabanilla de Alajuela, y los pueblos de los alrededores han tenido que ingeniárselas para sacar adelante sus negocitos.
Estos pulseadores aguantan el vendaval que se les vino encima con el cierre del parque nacional volcán Poás, una decisión tomada por la Comisión Nacional de Emergencias y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
Desde el Jueves Santo (13 de abril del 2017) se hizo un cierre preventivo que se ha mantenido hasta la fecha.
Este martes les contamos la historia del tramo y cafetería El Abuelo, que pertenece a la Comunidad Cristiana Shalom, cuyas ganancias van directamente a la ayuda de los más necesitados.
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Esa labor se afectó desde que el susto por las fuertes erupciones provocaron que se restringiera el paso de turistas.
El hotel Colinas del Poás es un caso extremo, porque tuvo que cerrar definitivamente sus puertas y ahora solo está brindando algunos "tours". En un recorrido de La Teja nos encontramos un tramo de "souvenirs" también cerrado, porque ya no tenían para pagar el alquiler.
"Muchos de los comerciantes se han tenido que comer el inventario, y eso los deja sin poder operar, porque no hay plata para reponer la comida. Otros no han pagado las cuotas de sus préstamos bancarios y tienen atrasados los pagos con sus proveedores", explicó Lionel Araya, presidente de la Cámara de Turismo Región Volcán Poás.
Según un estudio de la Universidad Latina denominado "Medición del impacto económico del cierre del Parque Nacional Volcán Poás en la región y la economía regional" comprueba que las ventas han bajado un 70%, lo que está provocando no solo un problema económico, sino también social y familiar. Todos son negocios que les han permitido a las familias subsistir a través de los años y brindan empleo a los lugareños.
Se la juegan como vikingos
Cada uno de los comerciantes con los que conversamos nos contaron cómo han tenido que jugárselas como vikingso para mantenerse a flote.
"Hemos tenido que trabajar menos tiempo, pasamos de un horario de 8 a.m. a 10 p.m. a uno de 8 a.m. a 5 p.m. y entre semana estamos cerrados los miércoles, cuando antes abríamos todos los días", explicó Bryan García, propietario del Restaurante El Descanso.
Mariana Espinoza, de la pulpería Mercedes, donde además de abarrotes pueden comprar queso palmito, natilla casera, cajetas y fresas, nos dijo que tuvo que dejar de recibir las frutas entre semana, porque no las estaba vendiendo y redujo el pedido de los fines de semana.
"El turista extranjero que venía entre semana era el que nos ayudaba a salir adelante, ahora viene muy poco nacional los domingos", agregó García.
María del Carmen Arias tiene el restaurante El Volcán y un criadero de truchas. Ella nos contó que entre semana no pasa nada y están apostándole a la cría de dos terneritos que tienen para aguantar un poquito más y poder comprarle el oxígeno a su esposo.
Estos tres locales están a escasos metros de la entrada al parque nacional, por lo que son los que viven una crisis más grande, aunque los demás tampoco están muy lejos de esa dura realidad.
Otra afectada por esta situación es Liliana López, quien es propietaria del tramo El Quetzal desde hace 16 años.
"Nos hemos unido todos los negocios para ver cómo atraemos visitantes, porque la situación está muy difícil. Antes éramos cinco personas atendiendo y ahora somos solo dos, los fines de semana tres (empleados) por la baja en las ventas. Hemos tenido que ir a las ferias de Grecia, Turrúcares y San Ramón a vender las fresas y hacer combos de dos canastas de fresas a ¢3.000 y una a ¢2.000 para ver si nos sostenemos", dijo López.
"Nos vemos afectados todos, proveedores, empleados y comerciantes por ese cierre y a nosotros ni ceniza nos ha caído", agregó la microempresaria.
Seguirá cerrado
El vulcanólogo Eliécer Duarte, del Ovsicori, nos comentó que el coloso se ha mantenido activo durante este tiempo con la presencia de material incandescente, echando ceniza y provocando lluvia ácida, que por el viento va a caer a Zarcero arriba, Valverde Vega y Grecia.
Esto hace prever que la situación se mantendrá por algún tiempo más, lo que hace urgente la búsqueda de otras soluciones que les permitan salir adelante con el apoyo estatal o de los visitantes.
Así que si usted aún no ha decidido adónde irse a pasear este fin de semana con la familia, no lo piense más y dese la vuelta por esta hermosa zona y tiéndales la mano para salir adelante.