Édgar Brenes, sacerdote tico que saludó en cuatro ocasiones al papa Francisco, tuvo un papel importante en su funeral y ahora colabora en el Cónclave 2025.
Él nació en Pajibaje de Jiménez de Cartago y hace dos años y medio se fue a vivir a Roma para estudiar Licenciatura en Teología Litúrgica, y posteriormente un Diplomado en la Causa de los Santos.
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“A parte de eso, estoy haciendo un servicio aquí en el Vaticano como ayudante de ceremonias del sumo Pontícife”, contó a La Teja el padre.
Don Édgar mencionó que lo que más le gusta de Roma es su arquitectura, la deliciosa comida y la amabilidad de los italianos. Asegura que adaptarse no ha sido difícil, aunque admite que siempre está corriendo de un lado a otro y, por supuesto, extraña a su familia.
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El sacerdote estuvo en la última ceremonia del papa Francisco, el domingo de Resurrección, y nos habló de lo que significó para él ver al papa Francisco justo un día antes de que falleciera.
“Fueron cuatro veces que lo pude saludar, verlo ese día fue muy significativo porque no esperábamos verlo. O sea, él nada más vino un momento, pero sí fue muy significativo porque sabíamos que no se encontraba bien, que no podía acercarse a las personas por aquello de alguna infección y aún así, él quiso seguir dándose a los fieles de la iglesia católica”.
“Después de verlo el domingo de Resurrección, dando la bendición ‘Urbi et Orbi’ y saludando a la gente, que ya se le veía delicadito. Nos dieron el aviso el lunes en la mañana que había fallecido”, detalló.
Brenes llamó a varios amigos de Roma para ver si era cierto, y lo describió como una pérdida muy grande para la iglesia católica aunque reconoce que es parte de.
“En el funeral estuve a cargo a 100 seminaristas para llevarlos a subir la comunión aquí dentro de la plaza de San Pedro”, indicó.
El sacerdote nos explicó que, para la comunión, hubo 575 seminaristas, además de sacerdotes y otros asistentes, ya que la logística es bastante grande.
Su trabajo no acaba ahí, ya que ahora es parte del Cónclave para la elección del sumo Pontícife y se encarga de guiar a sacerdotes hasta los cardenales para que los cardenales puedan comulgar.
Su servicio continúa a pesar de que se elija un nuevo papa, ya que es parte de todo lo relacionado a las ceremonias.
“Expectación, alegría, emoción, es una serie de sentimientos que le llenan a uno al corazón, porque sí, es la primera vez que puedo estar en un cónclave y que lo puedo vivir aquí en Roma y entonces estamos esperando, es emocionante de alguna manera esperar a ver al nuevo papa en el balcón”, dijo con gran orgullo.
Este jueves fue elegido el sucesor del papa Francisco: Robert Francis Prevost, quien asumió el nombre de León XIV, el cual rinde homenaje al papa León XIII, reflejando su afinidad con los ideales de justicia social y la lucha contra la desigualdad.