Ser parte del personal de salud en época de coronavirus es como estar poniéndole el pecho a las balas en una batalla.
La Caja Costarricense del Seguro Social reportó que 102 funcionarios han resultado contagiados con COVID-19 en lo que llevamos de la pandemia.
Es por eso que graduarse como doctor actualmente lleva consigo un sinnúmero de emociones y por supuesto, temores.
De eso quisimos conversar con una doctora recién graduada, Noelia Aguilar. Su graduación fue muy diferente por causa de la pandemia. Ella vivió ese acto el pasado 20 de marzo en la sala de su casa, para así acatar el distanciamiento social.
"En el momento en el que fui capaz de entender que nos encontrábamos ante una pandemia, llegué a la conclusión de que un acto de graduación de gala era algo meramente superficial y que lo realmente importante era recibir nuestro título y comenzar lo antes posible a contribuir con nuestra patria.
“La verdad al final fue muy gratificante graduarme vía web en la sala de mi casa, con las personas que más amo ahí, a mi lado, incluso mi amada mascota Teodora. Los mensajes de la Decanatura de UCIMED y del Colegio de Médicos, en el sentido que hoy más que nunca se necesitan médicos en la lucha contra el COVID-19, hicieron que nada más importara.
"Lo trascendental era contar con el título profesional que nos ponía en la línea de batalla contra un enemigo invisible que está amenazando la vida de muchas personas”, contó la joven profesional.
Noelia ya se reclutó en la Caja y está a la espera de ser llamada. Mientras tanto, no se quedó de brazos cruzados
Ella, con la asesoría de su mamá, abrió mediante redes sociales un servicio que se llama “Doctora en Casa”.
Ahí, además de brindar servicios médicos a domicilio para que las personas se mantengan en la seguridad de sus casas, también genera contenido para que los pacientes puedan entender un poco mejor sobre todo esto que está sucediendo con el COVID-19.
Además, aclara dudas de manera gratuita para evitar que los servicios de emergencia colapsen.
-¿Qué siente cuando ve a lo que se enfrenta hoy el personal de salud alrededor del mundo?
Admiración, agradecimiento, compasión… Al día de hoy lo que más me afecta es ver la situación fuera de nuestro país, realmente me estruja el corazón ver por todo lo que están pasando colegas de países como España, Italia y Estados Unidos. Por eso desde antes de graduarme me comprometí con esta lucha, aunque fuera de manera emocional, y estoy en total disposición de servir a mi país en esta batalla en el momento que se me presente la oportunidad.
-¿Qué piensa sobre lo que enfrentará si la llegan a llamar a ejercer en medio de esta pandemia?
Creo que como todo ser humano lo primero que se siente ante una situación de alerta o emergencia es el miedo, pero también pienso en lo gratificante de contribuir con mi país ante esta pandemia.
Es una decisión difícil, pues en mi propia casa convivo con familiares con factores de riesgo. Pero lo hemos hablado en familia y la decisión siempre ha sido que lo correcto, lo moral, lo humano, es asumir el reto y apoyar a nuestra seguridad social en la lucha contra el COVID-19 si se presenta la oportunidad. Para eso estudié medicina, para servir a mi país y al prójimo.
-Las imágenes que se ven en televisión sobre la pandemia y los centros de salud, ¿le refuerzan la decisión que tomó de estudiar medicina?
¡Completamente! El mundo necesita muchísimo a todo el personal de salud en este momento y es muy satisfactorio poder contribuir y devolverle a mi país un poco de todo lo que me ha brindado.
La Caja es una de nuestras joyas más preciadas y como sociedad demos apoyarla, fortalecerla y defenderla.
Temor
La Teja también conversó con Maribel Quirós, mamá de Noelia.
-¿Qué sentimiento les embarga tener como recién graduada y aspirando a ingresar a ejercer como doctora, a un hija que se enfrentaría a una pandemia o sus secuelas?
Que su graduación se dé en esta coyuntura es una mezcla de orgullo y temor. Yo misma soy paciente asmática crónica desde hace muchos años y pensar en que ella salga a trabajar y pueda traer el virus a casa nos generó un poco de incertidumbre. Sin embargo, lo conversamos y llegamos a la conclusión que para eso se sacrificó tantos años, para ser doctora y para servir a su país con honor, en las buenas, en las malas y en las peores.
-¿El orgullo se mezcla con temor, con incertidumbre?
Cuando Noellia decidió estudiar Medicina la apoyé en todo, pues el sacrificio personal, familiar y económico fue muy grande y durante muchos años. Hoy solo puedo dar gracias a Dios por la bendición de tener en casa una médico cirujana con valores, con alto sentido de responsablidad y servicio al prójimo.
Solo le pido a Dios que si es llamada a servir en esta pandemia, la proteja de todo mal y le dé las fuerzas para dar su mejor esfuerzo.