El coronavirus le ha complicado la vida a todo el mundo y la tica Daniela Murillo Castro tampoco escapó de sus efectos.

Afortunadamente Murillo no contrajo el virus, pero este le cambió la vida. Resulta que la joven decidió venir a pasar sus vacaciones a Tiquicia, pero cuando llegó al país, el 25 de diciembre, con el fin de pasar dos meses al lado de sus seres queridos, el coronavirus se les salió de las manos a los chinos.

A raíz de lo anterior, Daniela debe reportar todos los días en las mañanas su temperatura a los funcionarios de a la Universidad Renmin en la que estudia una maestría de Filosofía y Cultura China desde hace dos años y medios.

Desde la puritica mañana, a la esta estudiante una alerta en su celular le avisa que debe enviar su reporte de temperatura corporal a su centro de estudio, ya que este se encarga de llevar el control del estado de salud de sus alumnos como parte de las medidas de prevención ante el coronavirus.

“Si no no informo en cuánto está mi temperatura corporal en las mañanas, la alerta sigue sonando en mi celular hasta que no realice el reporte. La verdad, no he querido saber qué sucedería si un día no mando el dato, así que mejor hago caso y agarro el termómetro, me tomo la temperatura y hago el reporte.

“Mis reportes se mantienen entre 35 y 36 grados. Este procedimiento no es solo conmigo, también el resto de compañeros de la universidad deben hacer su reporte, no solo los que salimos de China, sino los que están en China”, explicó Daniela, quien vive en San Pedro de Montes de Oca.

Además de tomarse la temperatura Daniela debe llenar un formulario todos los días para que los chinos la tengan bien registrada y rastreada.

Varada en Costa Rica

Pero tomarse la temperatura es lo de menos, ya que Daniela está varada en Costa Rica y aún no sabe cuándo podrá regresar a China a terminar sus estudios.

“Tengo que volver a la universidad, pero no puedo, de hecho, mi tiquete de avión ya fue cancelado y nadie me informa cómo ni cuándo podré regresar a China. La aerolínea me dice que ellos tampoco saben cómo evolucionará la situación, por lo que solo me queda esperar”, explica la tica resignada.

Al preguntarle si no le daba miedo regresar a China con el coronavirus en lo más y mejor, Daniela se mostró valiente.

“No. Lo que me da algo de temor es no saber a qué país voy a volver, porque siento que la China que dejé en diciembre podría estar muy cambiada cuando regrese, eso sí me genera mucha expectativa.

“Por ejemplo, en mi universidad hay unos tres mil estudiantes en residencias, pero por el coronavirus solo quedaron unos 50. Eso es un cambio total, así que pienso que la situación fuera de la universidad podría ser parecida”, respondió.

Además del virus y de no tener posibilidad de regresar por el momento, Daniela está contra la espada y la pared.

“Estoy en la fase final de la maestría, de hecho, eso es lo que me ha salvado un poco, porque ya terminé mis cursos y estoy con la tesis, pero debo regresar a mi apartamento porque ahí tengo todo, tengo toda mi vida durante los últimos dos años y medio. Además, no puedo decir que ya no volveré y que haré todo lo que me falta por Internet”.

Mientras Daniela está “atascada” en Costa Rica, aprovecha para saborear el gallopinto y el chifrijo que tanto le gustan y que no tiene en el país asiático. Además disfruta de la compañía de su mamá, Verónica Castro, y de su hermana María Fernanda Murillo, así como de sus familiares y amigos.

“No tengo ni la más mínima idea de cuándo volveré, pero sí tengo que hacerlo. Entiendo que por protocolos podría ser que me pongan en cuarentena, porque es el procedimiento. Wuhan está muy lejos de donde yo estoy en Beijín (capital de China) pues es como poner cinco veces el tamaño de Costa Rica entre un lugar y otro, pero todos los cuidados para evitar que el virus se propague son nacionales”, explicó.

Van 1.400 muertos

El balance del coronavirus, según las agencias de noticias, registraba este viernes los 1.400 muertos en China, entre ellos seis miembros de personal médico, una muestra de los riesgos que se corre en los hospitales chinos.

Ya son cerca de 64.000 casos de contagio registrados en el país, de los cuales 1.716 corresponden a médicos y enfermeros que trabajan en contacto con los pacientes, según la Comisión Nacional de Salud de ese país.

La gran mayoría (1.102) de esos contagios en hospitales tuvieron lugar en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei (centro) y cuna de esta epidemia de neumonía viral.

Esta confirmación de contagiados y fallecidos se da una semana después de la muerte, por causa del virus, del médico que había alertado a las autoridades sobre el comienzo de la epidemia y a quien amonestaron por dar la alerta.