Coronavirus: Teletrabajo con hijos: “No me quejo, pero me canso”

Muchas mamás están breteando duro desde el hogar mientras sus hijos chirotean por la casa todo el día porque no hay clases

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

“Para mí tener trabajo es una bendición de Dios, conservarlo en verdad lo agradezco, por eso ahora que hago teletrabajo busco dar más del cien por ciento de tan bendecida que me siento; sin embargo, tengo dos hijas que pasan en casa todo el día jugando y demandando atención, no me quejo, pero me canso”.

Es el resumen que hace la periodista Angie López Briceño, de lo que vive hace poco más de tres semanas con el teletrabajo. Ella sabe que es una privilegiada por mantener el trabajo, pero acepta que en ocasiones el estrés la supera.

“Mi esposo (Douglas Murillo), también hace teletrabajo y me ayuda mucho, no obstante, los días son complicados: me levanto, alisto desayunos, prendo la computadora, le doy desayuno a mis dos hijas (Fátima de 5 años y Lucía de 2 años), reviso las tareas del día en el trabajo, hago algunas, después baño a las niñas, las visto, vuelvo a la computadora y de una vez pensando en el trabajo por hacer y qué hago de almuerzo.

“Las niñas, como no están yendo a los centros educativos, entonces ven a mamá y papá y quieren jugar todo el día, yo les explico la realidad, pero son muy niñas, entonces hay que ponerlas a distraerse, seguir haciendo el teletrabajo y así todo el día.

"En la noche es cuando podría descansar, pero estoy en la fase final de mi licenciatura entonces debo estudiar. No hay tiempo para descanso”, explica Angie, quien no deja de aclarar que su esposo le ayuda tanates.

Angie no está sola, miles de familias costarricenses están viviendo lo mismo por la cuarentena recomendada por el Gobierno a consecuencia del coronavirus. Es un tema de muchos hogares, hacer teletrabajo con los hijos chiroteando todo el día.

La sicóloga María Ester Flores (leer nota aparte) le recomienda a Angie y todas las mamás en la misma situación que lo primero es que agarren el toro de la disciplina por los cuernos, que se dejen de sentimientos de culpa y que impongan orden y horarios con disciplina casi militar.

Bolados de oro

Andrea Castillo Castro es especialista en estimulación temprana y directora de la Casa Inti Atención Integral Infantil, con su experiencia diaria con niños hace cinco recomendaciones para aquellas mamás que hacen teletrabajo y tienen a sus hijos en la casa porque no hay clases.

1. Si el trabajo no requiere de un horario militar, se puede dejar la mayor parte de la carga laboral para aquellos momentos del día en que los niños estén más relajados y demanden menos atención.

2. Organizar tareas divertidas, planificando actividades para que realicen durante el día, desde continuar con sus tareas escolares, hasta proponerles hacer una casa de muñecas utilizando una caja de cartón, elaborar un zoológico con animales de plasticina, inventarse un cuento, etc.

3. Se pueden asignar tareas del hogar como por ejemplo doblar y organizar alguna ropa, acomodar la despensa clasificando alimentos, realizar listas de compras. Esto es importante no solo para que se involucren en actividades domésticas, sino que también le generen aprendizajes.

4. El juego simbólico es de gran importancia en edades tempranas, el cual corresponde en imitar los roles de adultos. En este caso que realicen lo que está haciendo mamá y papá, pidiéndoles que trabajen como usted lo hace, que “hagan teletrabajo” con los papitos, eso les agrada mucho.

5. En caso de que se deba trabajar con niños de corta edad, una buena solución para mantenerlos entretenidos es con material y juguetes sensoriales que logren llamar su atención por un periodo largo, como por ejemplo insertables, luminosos, sonoros, bloques de madera.