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Correos de Costa Rica recibió la primera carta del año para Colacho

Todas las cartas que llegan a Correos son para Santa, ninguna va dirigida al Niñito Dios

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La ilusión de un pequeño por la Navidad y sobre todo celebrarla con los regalos que le traerá Santa Claus, lo hizo enviarle una carta al rojo personaje, hasta el Polo Norte, por medio de Correos de Costa Rica.

Esta información la confirmó Correos cuando les consultamos cuántas cartas han recibido para Colacho.

El pequeñín se llama Sebastián y llegó junto a sus padres a principios de la semana anterior a una sucursal del correo a dejar el especial pedido.

Por un tema de confidencialidad, en esta institución no revelaron a cual acudió ni el nombre completo del niño, aunque sí nos enseñaron el sobre en el que Sebas envió el texto que preparó con mucho cariño.

Este tenía una bota pintada, su nombre y una leyenda que decía “el mejor niño de todo el mundo”.

Según los datos de la institución que recibe y entrega la correspondencia, al año les llegan entre 20 y 50 cartas dirigidas al señor de barba y traje rojo, todas son de niños que con ilusión esperan recibir de san Nicolás lo que le pidieron.

Eso sí, en la institución mensajera nos confirmaron que todas las cartas que llegan son para San Nicolás y nadie le ha escrito al Niñito Dios.

De acuerdo con Carla González, vocera de Correos, para mandarle un mensaje a Santa, los menores deben llegar a cualquier sucursal acompañados por alguno de sus papás o bien por la persona que tenga a cargo su custodia.

Historia de Santa
Según la historia, Nicolás de Bari nació en el siglo IV en una ciudad llamada Licia, territorio que actualmente pertenece a Turquía. Desde pequeño sobresalió por ser un niño bondadoso. Sus padres querían que fuera navegante o sacerdote, sin embargo, estos murieron cuando tenía 19 años. Debido a esto, Nicolás decidió donar toda la fortuna que le heredaron sus papás a los más pobres para dedicarse al sacerdocio. Debido a su trabajo religioso, fue proclamado santo en Turquía. No se sabe exactamente cuándo nació pero murió el 6 de diciembre del año 345 y desde ese momento se decidió que sería el santo de la Navidad.

Luego de eso, fuera del sobre tendrán que escribir la dirección a la que debe llegar, es decir, el Polo Norte, pues ese es el lugar de residencia de papá Noel y seguidamente el nombre de quien la envía, que en este caso es el del niño.

Una vez completada esta información, los trabajadores del correo llevan la carta a una bodega y ahí se les da un trato especial para hacerla llegar a Colacho.

“Nosotros suponemos que desde la fundación del Correo (en 1839) se envían este tipo de cartas que por muchos años han despertado la ilusión de los niños, aunque son pocas, se ha convertido en una tradición porque todos los años las recibimos”, agregó.

Según González, la mayoría de ellas son llamativas, pues tienen dibujos, seguramente con el fin de alegrar el corazón de Colacho.

El costo para enviarlas depende del peso, sin embargo, el precio máximo es de ¢505. Para este tipo de trámites, que son especiales, no es necesario comprar una estampilla, aunque se puede agregar, el valor va desde los ¢465 en adelante.

La funcionaria reconoció que esta práctica es muy importante, pues aunque ya no se envían tantas cartas como antes, es bueno que los niños sepan cómo se comunicaban las personas que vivían lejos muchos años atrás.

Precisamente para incentivar esta práctica, Correos de Costa Rica hará una dinámica para premiar a los niños que este año le envíen una carta a Santa.

“Vamos a tener un concurso, conforme se acerque diciembre vamos a dar más detalles para que los niños y sus padres se motiven”, agregó.

Es una linda tradición

Kimberly Aguilar, vecina de Guadalupe, es madre de Alany, de siete años, y de Felipe, de año y medio.

A su primogénita le ha inculcado escribirle a Santa desde que tiene dos años, para el próximo año hará lo mismo con Felipe.

“Es una ilusión para ella hacerle una carta a Colacho, siempre le decimos que es porque se portó muy bien durante el año y que nosotros le ayudamos a Santa a repartir los regalos de ella porque él tiene mucho trabajo atendiendo a todos los niños del mundo”, resaltó.

Aunque ella no la envía por correo, no descarta hacerlo este año con el fin de que sus hijos vivan la Navidad más intensamente.

“En noviembre hacemos la carta con ella y la dejamos debajo del árbol, quince días antes de la Navidad, Santa se la lleva y el 25 trae los regalos, es algo que a ella la motiva mucho y que espera con ansias prácticamente todo el año”.

Para Kimberly y su esposo Juan Carlos Sáenz, acompañar a su hija mayor en esta experiencia los llena de mucha felicidad y nostalgia, pues recuerdan cuando esperan los regalos de Santa.

Navidad comercial extingue al Niñito

El presbítero y liturgista Alfonso Mora, considera que el espíritu comercial de la Navidad ha hecho que los pequeños cada vez piensen más en Santa y no en el niñito Jesús.

“Desde hace mucho tiempo, en todo el mundo, ha habido una campaña para alejar los valores espirituales en diciembre, en algunos casos no se habla de la Navidad ni del nacimiento de Jesús, ahora se habla solo de la fiesta de fin de año y en el caso del niño Jesús se ha cambiado por Santa Claus”, expresó.

De acuerdo con Mora, lo único que puede hacer la Iglesia Católica, con la ayuda de los papás, para mantener la tradición de escribirle al Niñito es resaltar su figura en los hogares.

Bryan Castillo

Periodista

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