¡Costa Rica no se toca!

La Corte Internacional de Justicia de La Haya le dio este viernes la razón a Tiquicia en sus demandas territoriales contra Nicaragua.

El organismo internacional dejó muy claro en su resolución que Costa Rica no se toca, ya sea en tierra firme o en mar abierto.

El canciller de la República, Manuel González, se mostró satisfecho porque el fallo dejó muy claro que los nicaragüenses estaba actuando de manera incorrecta.

Según González, los límites hechos por los jueces de la Corte Internacional son muy parecidos a los que Costa Rica estaba reclamando cuando se presentó la demanda internacional en febrero del 2014.

“Nos sentimos satisfechos con la resolución, porque marcó un linea muy aproximada a lo que Costa Rica había pretendido en su demanda. Claramente quedó muy distante de lo que pretendió Nicaragua.

La bronca comenzó cuando Nicaragua abrió un concurso mundial para la explotación de varios bloques marinos en Costa Rica, alegando que esos terrenos era suyos, pero Costa Rica brincó porque 37 de esos bloques son ticos (25 están total o parcialmente en el lado Caribe y 12 en el Pacífico).

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La Corte Internacional resolvió que de la zona que peleábamos en el océano Pacífico, 93 mil kilómetros cuadrados son ticos y 71.500 kilómetros cuadrados son nicaragüenses. Explicó la Corte que para llegar a esa decisión fijó el punto de inicio de la frontera marítina entre ticos y nicas en el puritico centro de la línea de cruce Bahía Salinas.

No, no y no

La bronca también se dio porque el gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, asegurabaque para los límites marítimos había que olvidarse de la Península de Nicoya porque le daba a Tiquicia ventaja, debido a su geografía a la hora de definir los límites, pero la Corte les dijo a los nicas que nel pastel, al señalar que los límites que presentó Costa Rica no necesitaban ajustes.

Con respecto al Caribe el asunto no cambió mucho, ya que la Corte fijó la frontera en la desembocadura del río San Juan y dejó 73.968 kilómetros cuadrados para los nicas y 30.873 kilómetros cuadrados para los ticos

“Costa Rica gana aproximadamente unos 10.000 kilómetros cuadrados sobre la base de la línea petrolera, alrededor de unos 1.500 kilómetros cuadrados en la zona petrolera”, confirmó la Cancillería en un comunicado de prensa.

El presidente Luis Guillermo Solís estuvo muy atento a la resolución de la Corte, pero al escuchar la explicación se lo tomó con calma y no celebró triunfo, porque prefiere tener las coordenadas exactas de los límites para que el Instituto Geográfico Nacional haga las mediciones.

“En este tema aún no podemos hablar de que perdimos un pellizco o nos ganamos un mordisco. Tenemos que esperar la sentencia física para mirar los cuadros tal cual los han anunciado los jueces para hacer nuestras propias comparaciones. Estamos hablando de resoluciones que tienen que mirarse con mucha precisión geográfica. Hacer nuestra propias mediciones con nuestros expertos para comparar. Hay un límite que no es apelable y antes no existía”, comentó Solís.

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Esta bronca internacional nació a finales de febrero del 2014, durante el gobierno de Laura Chinchilla, cuando Nicaragua trató de alquilar los bloques de mar del lado tico para explotación petrolera. Como ticos y nicas no lograron un acuerdo, el caso se elevó a la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

Este viernes la Corte también dio el fallo sobre la indemnización que solicitó Costa Rica por los daños causados a la isla Calero, desde el 2010.

El tribunal le reconoció al país el pago de $378.890 (más de ¢216 millones), el doble de lo que Nicaragua ofrecía.

A partir de ahora, Nicaragua tiene dos meses (hasta el 2 de abril) para soltar esa harina, de lo contrario, correrán intereses, los cuales se fijaron en un 6% anual.

“Costa Rica ha salido una vez más victoriosa”. Manuel González, canciller de la república.

Al caso de los límites marítimos se le sumó la demanda que hizo la administración de Luis Guillermo Solís en enero del 2017, debido a una nueva incursión militar nicaragüense.

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Sobre este particular, la CIJ calificó como una violación a la soberanía de Costa Rica la instalación de un campamento militar en una playa comprendida entre la laguna Los Portillos (Harbor Head, como se le llama en Nicaragua) y la desembocadura del río San Juan, frente al mar Caribe, al extremo norte de isla Calero.