Costa Rica está a las puertas de albergar uno de los eventos más importantes del mundo y no se trata del Mundial Sub 20 femenino que organizará junto a Panamá entre agosto y setiembre del próximo año, sino del One Young World Summit, que reúne a las mentes jóvenes más brillantes del planeta para hablar de temas de interés mundial y sus posibles soluciones.

El país se postuló para organizar la edición del 2022 o 2023 y compite la sede con Canadá, India, Brasil, México, Ruanda y Catar. Este congreso se desarrolla desde el 2010.

Para quedar en la lista de elegibles un grupo de la organización, que tiene su sede en Londres, hizo durante esta semana varias inspecciones en Costa Rica a lugares donde se podría desarrollar la actividad como el Centro de Convenciones en Heredia, la plaza de la Democracia en San José y el parque Viva en la Guácima de Alajuela.

En caso de ser elegidos, Costa Rica será el punto de encuentro de poco más de dos mil jóvenes con edades de entre los 18 y los 30 años que han destacado en diferente áreas.

También serán invitados personajes mundialmente reconocidos, pero todavía no se sabe quiénes serán. En ediciones anteriores participaron el ya fallecido Kofi Annan (secretario de la ONU entre 1997 y 2006), el primer ministro canadiense, Justin Trudeau y Meghan Markle, esposa del príncipe Enrique de Sussex.

Ana Cristina Guevara, directora de Gray Line Costa Rica, empresa que está haciendo todos los esfuerzos para que la actividad se haga en nuestro país, afirmó que las visitas de inspección de los organizadores arrojó buenos resultados, por lo que hay muchas posibilidades de que Costa Rica sea la seleccionada.

“No podemos decir que nos van a dar la sede a nosotros, pero lo cierto es que nos hemos esforzado mucho para hacer realidad este sueño, hemos contado con el apoyo del ICT y seguramente buscaremos a más personas que nos ayuden. La decisión no dependerá de nosotros, sino de ellos, pero somos optimistas”, detalló.

El evento tendrá una duración de cuatro a cinco días y será hasta marzo cuando se conozca si Costa Rica será elegida para cualquiera de las dos ediciones que están en disputa.

“Después de las olimpiadas deportivas, este es segundo evento con más convocatoria de países. El año pasado se hizo en Londres, donde participaron personas de 193 países, además lo cubrieron por lo menos de 200 medios de todo el mundo como CNN, BBC, Al Jazeera, entre otros”, añadió.

Ella Robertson, directora de One Young World, aseguró que de momento nuestro país tiene muchas posibilidades de organizar el congreso.

“Lo que buscamos es un destino inspirador en temas sociales que le cambie la vida a los que participan, en Costa Rica hemos visto esto y nos llena de mucha satisfacción”, afirmó.

Respiro para el turismo

Guevara afirmó que organizar una actividad de tanto renombre pondrá al país como un destino atractivo para realizar turismo de negocios, pues el solo hecho de contar con instalaciones adecuadas para realizar esta cumbre, le dará una ventaja sobre otras naciones.

“El congreso se realiza siempre en octubre, en caso de que nos escojan será muy beneficioso, ya que octubre es un mes bajo en visitación turística y esto podría aumentar la afluencia de más turistas pensando también el los meses posteriores”, mencionó.

Buena oportunidad

María Villela, de 29 años, es una joven costarricense que participó en las ediciones del 2016 en Canadá, 2017 en Colombia, 2018 en Holanda y 2019 en Londres.

Para ella, que Costa Rica sea seleccionada para organizar esta actividad representa mucho, pues será el centro de reunión de los jóvenes más brillantes del mundo, quienes hablarán de distintos temas tratando de buscarle alguna solución.

“Para Costa Rica habría muchos beneficios desde turismo, hasta oportunidades de becas y patrocinios para jóvenes de nuestro país. Traer la cumbre a nuestro pais implicaria que más costarricenses van a tener acceso a estas oportunidades de crecimiento”, comentó..

En caso de ser Tiquicia el país elegido, será la primera vez que esta reunión se realice en Centroamérica y la segunda que se efectúa en Latinoamérica, después de Colombia en el 2017.