El director de la escuela unidocente Melerú, en Suretka Talamanca, tuvo que llamar a la Cruz Roja y al 911 para pedir auxilio, porque 23 de los 38 niños que estudian en la institución empezaron a vomitar.
La emergencia se dio después de que a los chiquitos se les sirvió un gallo pinto con queso la mañana de este jueves.
La mitad de los niños se enviaron a la clínica de Suretka y el resto a la clínica de Bribri, explicó Alejandro Rodríguez, director regional de Sulá.
De momento, los niños se reportan estables y se suspendieron las clases para que las autoridades del Ministerio de Salud hagan la investigación correspondiente.
Este centro educativo no tiene un comedor sino que compra la comida a un proveedor externo que entrega las comidas listas para servir a los niños.
"El director está en espera de que tengamos los resultados de la investigación para saber qué sucedió, para determinar si la culpa fue un virus o si la emergencia se dio por los alimentos que traen preparados a la institución", explicó Rodríguez.