Defensoría teme lo peor con respecto a los hospitales y la falta de especialistas

La Defensoría de los Habitantes advirtió este miércoles que la suspensión de guardias de los especialistas de los centros médicos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), podría tener consecuencias muy serias y lamentables.

Luego de hacer una labor de monitoreo sobre la situación que se vive en los hospitales, la Defensoría determinó que el colapso de dichos centros médicos y con ello, el aumento en los riesgos a la salud de las personas, es inminente y a muy corto plazo.

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“A pesar de la reorganización interna en los hospitales, con el personal que existe a partir de las 4 de la tarde, lo cierto del caso es que es evidente que el sistema de salud pública está en alerta roja diariamente, y lo que ello implica para la integridad y salud de las personas usuarias de los servicios”, dijo la defensora de los Habitantes, Angie Cruickshank.

Los reportes que tiene la Defensoría de los Habitantes de hospitales, tales como el Max Peralta de Cartago, México, Calderón Guardia, Liberia, Anexión, Puntarenas y San Isidro del General, sobre el estado de la situación ya es grave; principalmente, en la atención de pacientes en los servicios de emergencias, porque han tenido que tomar decisiones que van desde el traslado de pacientes a otros hospitales, indistintamente de la red de servicios, y también referir pacientes al Instituto Nacional de Seguros.

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Si esta situación continúa es claro que el personal de salud no podría soportar por muchos días este ritmo de presión, por la carencia de servicios tan importantes como anestesia, atención de neonatos por la saturación, atención de partos complejos, entre otros.

A pesar de que la Defensoría de los Habitantes ha sido clara de que entiende la necesidad de que se revisen las condiciones laborales y salariales del personal médico especialista, y que las autoridades de la Caja deben atender la problemática, lo cierto es que la situación está llegando a un límite más allá de la capacidad hospitalaria, que pone en riesgo a los pacientes y al mismo personal hospitalario que no se ha unido al movimiento.