El pasado 25 de junio de 2025, este medio periodístico publicó una nota titulada “Juez postulado a magistrado fue vinculado a caso de tráfico de influencias con Celso Gamboa”. En esa noticia se me aludió y se brindó información inexacta y, por ende, tendenciosa. Por el respeto a mi país, me permito aclarar.
Para el día de la publicación de referencia, ya se contaba con mi explicación ante la Comisión de Nombramientos de la Asamblea Legislativa acerca de las comunicaciones que habría tenido Allan Benavides Vílchez —mi suegro ya fallecido— con el exdiputado Víctor Hugo Víquez Chaverri, hace unos nueve años atrás. No obstante, en la noticia no se hizo ninguna alusión a la rendición de cuentas que yo ya había dado ante actuales congresistas de la República, ni tampoco se me consultó al respecto antes de emitir la nota. Si la periodista a cargo hubiera hecho una labor investigativa como, en principio, era su deber profesional, se habría evitado la publicación de una nota sesgada y la comunicación errada a la ciudadanía. Con ello, además, se mancilló el nombre de una persona a la que siquiera se le dio posibilidad de expresarse y, por eso, me veo en la necesidad de hacerlo ahora.
Tal y como adelanté, el pasado 11 de junio de 2025, me presenté ante la Comisión de Nombramientos de la Asamblea Legislativa para ser entrevistado.
Tanto el diputado José Pablo Sibaja Jiménez, como la diputada Pilar Cisneros Gallo, fueron quienes me preguntaron acerca de la desafortunada e innecesaria conversación indicada de previo, de la cual, quiero puntualizar, yo no participé. Mi respuesta fue clara y la puedo resumir de la siguiente forma:
“Mi nombramiento de juez se hizo en 2017, porque obtuve un puntaje de 100 en la nota para ese puesto, contaba con posgrados, publicaciones académicas, amplia experiencia laboral y, además, no tenía en mi contra causas disciplinarias, ni de ninguna otra índole. Desconozco de manera absoluta las razones de mi suegro por las que habría realizado una comunicación así, pues no se lo pedí y no era necesario. Yo también me enteré por la prensa”
Respecto de Celso Gamboa Sánchez, puedo afirmar con contundencia que nunca he compartido con él, tampoco llegamos a tener alguna conversación de ninguna naturaleza y tan siquiera coincidimos en alguna actividad del Poder Judicial. Se trata de una persona con la que no tuve, ni tengo, ningún tipo de interacción, de modo que, cualquier intento de relacionarnos, resulta infundado y malintencionado.
Las diputados fueron las personas elegidas para representar al noble Pueblo costarricense. Así funciona nuestra democracia. Por eso, con la tranquilidad que da el haber actuado siempre apegado a la ética, de forma pública, me pongo a disposición no solo de la Comisión de Nombramientos, sino, también, de las 57 diputaciones en pleno por si se requiere alguna aclaración o consulta a este respecto, así como a cualquier medio de comunicación que desee acercar a la ciudadanía al control político. Tengo claridad que solo a través de la verdad nuestro país.