Alex Castillo es un sacerdote costarricense que se encuentra “desaparecido” en Estados Unidos, donde fue acusado por “conducta sexual inapropiada” contra un menor de edad.

La denuncia la hizo la familia del menor a la Diócesis de Oakland pero no fue posible conocer la fecha.

Los hechos por los que se le relaciona habrían ocurrido en aquel país en el 2016. El 30 de enero de este año fue separado de su cargo como director del Departamento de formación de fe y evangelización en la diócesis de Oakland, en California.

De acuerdo con los medios San Francisco Choronicle y Mercury News, la última vez que esta diócesis habló con Castillo fue el 20 de febrero, luego no pudieron hacerlo más y fue por esa razón que el 23 de ese mes se presentó una denuncia por desaparición.

“(Castillo) le dijo a la diócesis que había abandonado el país, dijo una portavoz de la diócesis al periódico, indicando que no se les había revelado la ubicación exacta de Castillo”, informó el San Francisco Choronicle.

Según informó el Mercury News, Castillo llegó a Estado Unidos en el 2008, en el 2011 fue ordenado en la parroquia de Saint Anthony en Oakley y en Nuestra Señora de Guadalupe en Fremont.

En el 2017 fue nombrado por el obispo Michael Barber como director del Departamento de formación de fe y evangelización en la diócesis de Oakland, este fue su último cargo.

En ese momento Barber elogió a Castillo.

“El profundo compromiso del padre Castillo con nuestra fe y con el pueblo de Dios en nuestra diócesis es inspirador. Se que dirigirá nuestro trabajo en la formación de la fe y la evangelización con integridad y fidelidad”, comentó en aquella oportunidad.

Polémica por aviso

Melanie Sakoda, líder de un grupo de sobrevivientes de personas abusadas por sacerdotes, dijo a los medios locales en California que la forma en la que la diócesis de Oakland manejó el tema permitió la huida de Castillo.

Sakoda explicó que la Iglesia informó sobre la separación de Castillo el 30 de enero a las 5:15 de la mañana y cerca de cuatro horas más tarde lo informó a la policía; según ella, ese lapso era suficiente para que Castillo huyera.

“Esto debería haber ocurrido tan pronto como ese recibió el informe, no después de notificar a los clérigos diocesanos de los cargos o publicar un comunicado de prensa sobre ellos. Esta demora podría darle a un clérigo, particularmente a uno de otro país, la oportunidad de huir”, detalló.

Pese a las críticas que ha recibido esta diócesis, están en un programa de limpieza de curas señalados por abusos sexuales o violaciones para expulsarlos.