Cada día es una lotería para seis trabajadores del área de salud de Siquirres, en Limón, quienes no pone peros y a buena mañana realizan giras para ir a vacunar a personas de comunidades de difícil acceso en Pacuare y Parismina, aunque esté lloviendo o inundado.
Con las botas puestas, con las hieleras sobre sus hombros y con una gran misión, Jhonny Herrera Romero, Andrea Meléndez Vargas, Lindsay Montero Guzmán, Jonathan Aparicio González, Maritza Gutiérrez Wilson y Mildred Garza Jiménez hacen caminatas y andan en lancha para cumplir con la vacunación.
Jhonny, asistente técnico de atención primaria (ATAP) del área de salud Siquirres, tiene 26 años de servicio en la Caja y dice que esta vacunación es diferente porque tienen que caminar con mascarillas, guardar la distancia en espacios reducidos y luchar contra el reloj, porque deben aplicar las vacunas en máximo seis horas, ya que una vez preparadas soportan poco tiempo.
“Tenemos las comunidades de Pacuare y Las Vegas de Imperio, que se inundan con facilidad. Aunque nos ponemos botas de hule a veces es más fácil caminar descalzos porque uno se empapa todo. Hay momentos en que el agua nos sobrepasa las rodillas, a veces el agua nos llega hasta las cejas.
“Nos empapamos todos, nos estremecemos de frío y de hambre, pero la vocación de servicio y el compromiso con las personas usuarias pueden más que los inconvenientes”, dijo la doctora Mildred Garza Jiménez, coordinadora de Enfermería de los Ebáis en esa área de salud.
En la última gira que realizó el personal de salud por las comunidades del Pacuare y Parismina, se vacunaron 150 personas.