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'Dieta del cornudo' ayudó a hombre a perder 49 kilos

Una mala experiencia amorosa fue transformada en un motor para cambiar

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Jorge Cortez se desayunaba dos melcochones, una montaña de pinto, cuatro huevos fritos, unas cuantas tajadas de mortadela, salchichón y café.

Al almuerzo se apretaba un entero de cantonés, un entero de shop suey, un wantan, una orden de siete alitas y dos cocas dietéticas.

Sume una cena parecida. Y así todos los días.

"No me llenaba con nada. Era talla 50 en pantalón y tenía un serio problema, siempre que me veía al espejo nunca me vi gordo porque me compraba una camisa más grande y listo. Me veía flaco, eso es una enfermedad, lo vi en un reportaje”, cuenta.

Llegó a pesar 195 kilos y su periodo más crítico fue entre los años 2010 y 2016, pero ya tenía 20 años de sobrepeso.

En esos seis años tenía una relación con una novia que le cambió la vida.

Ella le dio vuelta con un cliente suyo, que era su contrario, un flaco, y a Cortez le dieron ganas de parecerse a su rival.

“Yo me decía que podía ser igual a él y entonces, en vez de deprimirme y comer más, me dio por querer ser como él y empecé a variar la dieta”.

Entonces, a partir del 1 de febrero del 2016 inició lo que él mismo llama "la dieta del cornudo". No es científico y puede que solo a él le dé resultados, pero aquí compartimos su secreto para bajar hasta los 87 kilos, su peso mínimo, de hace unos dos meses. Hoy en día, está como en 90.

Cortez agarró tres ajos, los picó y se los tomaba en ayunas seguidos de un batido que llevaba pepino jengibre, perejil, apio, té verde y vinagre de manzana. Lo hacía en un solo tiro y le duraba una semana. También se comía una piña entera (a lo largo del día).

Además, para quemar grasa hirvió canela y la tomaba con limón criollo o mesino y se bebía un vaso en la mañana y otro antes de acostarse.

El desayuno lo redujo a un café negro, dos huevos fritos y dos tostadas; eliminó los carbohidratos del almuerzo y los disminuyó a pollo o pescado con ensalada. La cena era un atún en agua.

Claro, no le podía faltar su rutina de gimnasio, pero eso no fue tan fácil. “Cuando uno está gordo y va al gimnasio lo que hace es el ridículo. Uno ve muchachos que levantan pesas y esos cuerpazos y uno en bici con los rollos guindando”, dice.

Por eso los primeros seis meses, que fue cuando más peso bajó, solo lo hizo con dieta y cuando se sintió en mejores condiciones le metió durísimo al ejercicio.

Pero Cortez tenía otro rival a vencer.

“Vea que tonto que era que iba al gimnasio, hacía cardio, duro y en el descanso me fumaba dos cigarros. La gente decía que como una persona que hacía tanto ejercicio hacía eso”.

Esta batalla contra el cigarro acabó el 24 de julio del 2017 cuando decidió dejarlo, pero sufriendo “Pensé que no iba a poder. Podía quitarme 200 libras de encima, pero un cigarro no, me decía yo. Claro, a la semana me quería volver loco, pero lo logré”.

Hoy, lo que Cortez recomienda es el ejercicio. “Es un rejuvenecedor. Nada de by pass (gástrico), ni operaciones, ni nada. Con ejercicio se puede todo y no le queda a uno colgando nada”, dijo.

También recomienda ponerse metas, como bajar tallas. "Era 48 y me decía que a la siguente vez que me pesara me tenía que entrar un pantalón 46 y así fue. Hay que ir con esas metas de a poco", dijo.

Los beneficios que encuentra en estar delgado son muchos, no solo en la salud, sino también a nivel de negocios pues se le abrieron puertas.

“Cuando uno está haciendo ejercicios es cuando mejores ideas tiene. En ese período se me ocurrió un negocio que me está dando sustento y puede ayudar a muchas personas a que tengan un ingreso extra”, explica.

El negocio consiste en imprimir fotos de calidad, no impresiones digitales. Para eso está desarrollando una aplicación llamada print photo (ya está patentada) con lo cual, una persona escoge las fotos, o documentos, o tesis o lo que necesite, las manda a la nube y al otro día tiene la entrega en la puerta de la casa de quien lo solicitó. "Es como el uber,pero en impresión", señala.

“Le está dando empleo a personas que necesitan un dinerito adicional, personas que son discriminadas por gorditas o por cualquier otra circunstancia. Y todo se me ocurrió mientras hacía ejercicios”.

Si usted está interesado en el negocio puede llamar al 6112-7885.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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