El experto en protocolo y etiqueta Juan Carlos Bonilla quedó decepcionado de ver las prendas que lucieron las diputadas el pasado primeo de mayo durante la sesión solemne que eligió al nuevo directorio de la Asamblea Legislativa para el período 2019-2020.
Según el experto, las disputadas se confundieron totalmente al llegar con ropa que nada tenía que ver con la actividad.
“El protocolo requiere de sobriedad y discreción en la vestimenta de las autoridades, especialmente cuando estas acuden a una ceremonia de Estado.
“Los actos oficiales no son una alfombra roja o una pasarela para lucir lo más reciente de la moda o los diseños de famosas casas comerciales. Una efeméride tiene el objetivo de resaltar los valores de una nacionalidad y reforzar el sistema político que caracteriza a una sociedad”, asegura Bonilla, quien sacó el chilillo.
Se puede interpretar que las diputadas parecía que iban para una fiesta de negro en lugar de un evento oficial.
“Por eso los códigos y principios de los eventos sociales o de la farándula, no pueden sobresalir sobre la sobriedad y el respeto que se impone en un acto de Estado.
“Lo que sucedió el pasado primero de mayo en la Asamblea Legislativa, demuestra el más absoluto irrespeto a la solemnidad ceremonial que requiere una actividad como la que se llevó a cabo. Demuestra que, principalmente las señoras diputadas, no saben elegir sus prendas ni tienen noción de la etiqueta que se exige para un evento de esta naturaleza”, criticó el experto.
A Bonilla le golpeó la vista ver escotes, minifaldas, vestidos sin mangas, transparencias, grandes carteras, aberturas, vuelos, grandes volúmenes en el atuendo, joyas de gran tamaño, dibujos en las uñas, colores brillantes y estampados, entre otros, los cuales según él “no son apropiados para exhibirse en un acto convocado por el Estado.
A continuación el análisis del experto de los atuendos de algunas legisladoras:
Nada de abertura
María José Corrales (PLN): lleva un vestido ideal para asistir a una fiesta en la noche. Un acto oficial no es para lucir aberturas en las enaguas ni escotes.
No pegó ni una
Catalina Montero (PAC): su vestido es demasiado corto, debe llegar a la rodilla. Con este tipo de vestidos no se llevan bolsos, sino carteras pequeñas. El saco se lleva puesto, no es para tenerlo en la mano.
Puras tejas
Eduardo Cruickshank (Restauración): lleva un traje correcto, quizás la corbata estaba un poco larga, pues el protocolo establece que el largo de esta debe llegar a la línea en la que comienza el pantalón.
Para un día de campo
Paola Valladares (PLN): Su vestido es apenas para asistir a una actividad campestre o una boda de día al aire libre, nunca para lucirlo en el plenario.
Demasiado corto
Frangie Nicolás (PLN): Llegó con un vestido demasiado corto, el corte de la enagua debe llegar a la rodilla, según lo indica el protocolo.
No a los pantalones
Paola Vega (PAC): no es correcto ni recomendable usar pantalones en una ceremonia de Estado.
Vestido para la noche
Carolina Hidalgo (PAC): es un vestido para asistir a un cóctel, para usarse en alguna actividad nocturna. Las transparencias y las sedas se llevan en actividades previstas para la noche, no para una sesión legislativa.
Bien mudado
Wagner Jiménez (PLN): su traje es correcto, el indicado para este tipo de actividades, ya que las solapas del saco son delgadas, el largo del pantalón llega a línea del zapato y aunque el chaleco sobra, este no desentona.
Aberturas fuera de lugar
Karine Niño (PLN): las mangas con aberturas están fuera de lugar. Además, los accesorios son demasiado grandes y el vestido tipo minifalda es incorrecto para este tipo de actividades.
Dos detalles
Muy grandes
Aretes: demasiado grandes no son adecuado para actividades como la del 1° de mayo, los accesorios tienen que ser pequeños y discretos.
Nada que ver
Bolso: es un bolso de una casa comercial famosa, pero su diseño y los materiales con los que lo diseñaron no son adecuados para el evento. En actividades de este tipo de deben utilizar carteras pequeñas, de mano y preferiblemente lisas.