La doctora Marcela Molina Leiva pasó de ser médico a paciente y volvió a ser doctora, pero renovada, más humanizada y cercana a los enfermos.
Hace unos años enfrentó un cáncer linfático y un derrame cerebral que la tuvieron muy malita, pero sus ganas de luchar y el apoyo que le dio su familia le permitieron recuperarse para volver a trabajar en lo que más le gusta: salvar vidas.
Debido a las crisis de salud a la doctora le ofrecieron la posibilidad de jubilarse, pero ella se negó porque tenía entre sus metas volver a trabajar con pacientes, ya que conoció en carne propia cómo se sienten y lo que temen.
“Cuando uno se enferma por males tan dominantes e incapacitantes tiene dos opciones: dejarse morir o seguir viviendo. Yo decidí vivir por encima de todo, porque creo que uno viene al mundo con una misión por cumplir y aunque yo ejercía la medicina, había algo que no había cumplido, servir a los pacientes con comprensión, respeto, compasión, solidaridad y misericordia”, explicó la doctora de 44 años y vecina de La Pitahaya, Cartago.
Verla sirviendo actualmente es un milagro y una lección de vida para las personas que han pensado en darse por vencidas por una enfermedad, por difícil que esta sea, siempre debe encontrarse una razón para luchar y salir adelante.
Guerrera contra el covid
Con la misma garra y entrega con la que venció las adversidades en su salud, la doctora Molina lucha contra el covid-19 desde la Comisión Local de Vigilancia Epidemiológica del área de salud de El Guarco, integrada por 13 Ebáis.
De hecho, su capacidad para transmitir ideas, liderar proyectos y entenderse con las personas, fue lo que impulsó al doctor Cristian Calvo, director del área de salud de El Guarco, a nombrarla en ese cargo.
“Esta designación me forja un gran reto, primero porque debo actualizarme con todos los protocolos del Ministerio de Salud y de la Caja, y segundo porque tengo la tarea de capacitar a mis compañeros de trabajo y liderar la comisión con mucha responsabilidad porque la comunicación debe ser clara y directa” explicó la funcionaria con 17 años de servicio en la institución.
El doctor Calvo agregó que le encanta escucharla decir que se pone en los zapatos de los pacientes porque ella lo fue.
“Me hace sentir muy orgulloso cuando en las capacitaciones ella cuenta a los presentes que escucha a todas las personas con el corazón. Yo le aseguro a los usuarios de El Tejar, Quebradilla, Tobosi, San Isidro, El Empalme y Guadalupe que al frente de la covid-19 tenemos a una funcionaria competente, que no deja de actualizarse y que busca la seguridad de todos los grupos etarios de manera contundente, apegada siempre al profesionalismo y al gran carisma” destacó Calvo.
Bien ocupada
La comisión liderada por Molina coordina también los diferentes programas de tuberculosis, violencia intrafamiliar, inmunizaciones, enfermedades vectoriales y todas las capacitaciones.
La doctora Marcela es, además, la representante de las comisiones cantonales y regionales de Epidemiología de la Caja en Cartago.
“Tuve que hacer cambios en mi vida y estos son buenos. Tuve que reinventarme, que aprender a desempeñarme de manera diferenciada porque a veces mi mano derecha no me responde, pero la mente es poderosa y el ser humano tiene las capacidades para aprender todos los días algo nuevo y servir de acuerdo a las posibilidades de cada persona”, dijo la doc.
Agregó que siempre se ha desvivido por el bienestar de las personas, pero que ahora ser paciente de terapia física, de terapia ocupacional, sicología y sensorial le ha dado la gran experiencia de desarrollar más el don de escucha.