Melissa González está más que agradecida con una donación de incubadoras y otros equipos médicos que hizo la Junta de Protección Social (JPS) al hospital San Juan de Dios.
La señora es la orgullosa mamá de Isaac y Emanuel, unos gemelitos que nacieron prematuramente hace 22 días y que necesitaron de los médicos y de la tecnología para estar con toda la pata.
"Estoy muy agradecida con Dios, con el personal de neonatología del San Juan de Dios y con la Junta de Protección Social por esta gran bendición que nos dan, ya que cuando los bebés son prematuros uno tiene cierto temor por su falta de formación", dijo González.
Los bebés nacieron a las 32 semanas, es decir, les faltaron ocho semanas más para formarse bien dentro de la pancita de su mamá.
"Al nacer ante de tiempo les faltó desarrollo respiratorio, pulmonar y un poquitito de lo digestivo. Hemos visto en cuestión de 22 días como han progresado gracias a la intervención de los médicos y a este equipo tan maravilloso que básicamente permite el desarrollo completo de sus funciones", explicó la mamita.
González dice que con el equipo lograron monitorear la temperatura de los bebés, su peso, la frecuencia cardiaca y controlar el progreso de ambos niños.
La mamá estaba feliz porque este martes podría llevarse a los bebitos a su casa, en Pavas
Chuzo de equipo
Gracias a la donación que hizo la Junta, el hospi capitalino estrenó cuatro incubadoras duales que son abiertas o cerradas, un ultrasonido y un oftalmoscopio que estarán en la Unidad de Neonatología.
La inversión para adquirir los equipos rondó los ¢121 millones y permiten realizar diagnósticos tempranos para determinar el procedimiento a seguir, la atención requerida y evitar que los recién nacidos deban ser remitidos a otro centro de salud.
Roberto Araya Rodríguez, jefe de la Unidad de Neonatología, explicó que hay un incremento considerable en patologías complejas como las malformaciones, asfixias y bebés prematuros.
“Se trata de situaciones en las que los exámenes para un diagnóstico oportuno hacen la diferencia en la atención y la salud de los neonatos”, aseguró Araya.
Todo eso se compró con las ganancias de la lotería, así que siga tentando a la suerte, porque aunque no pegue un premiezote se podrá sentir satisfecho de que ayuda a salvar vidas con su aporte.