Este 11 de noviembre, la empresaria y exmodelo Leonora Jiménez no solo recuerda a su abuelo, sino también a un héroe nacional que dio su vida por Costa Rica.
El nombre de don Alfonso Monge Ramírez está grabado en la historia de la patria, un hombre excepcional que dio su vida por defender a su país desde el servicio público, ante las amenazas extranjeras que trataron de meterse a territorio nacional.
“Por este país vale la pena morir”, decía el coronel Alfonso Monge. Hace 65 años, un 11 de noviembre de 1960, quien era entonces director de la Fuerza Pública, murió en el cumplimiento del deber, el único en este cargo que falleció mientras ejercía sus funciones.
“Como militar fue el mejor exponente de la civilidad; como civil, el más honorable de los militares“, así lo calificó quien fuera su superior en el Ministerio de Seguridad Pública, el licenciado Joaquín Vargas Gené.
Un héroe que defendió la soberanía nacional
Durante la administración de don Mario Echandi (1958-1962), aceptó servir el cargo de director general de la Guardia Civil. En esos años, los nicaragüenses disidentes del gobierno de Luis Somoza solían utilizar el territorio de nuestra frontera norte para preparar combatientes y organizar enfrentamientos destinados a inquietar a las autoridades de su país.
De esa forma mancillaban la soberanía de Costa Rica, afectando al Gobierno que se mantenía al margen de las rencillas políticas de Nicaragua.
En noviembre de 1960, se tuvo noticia de que un grupo de rebeldes liderado por Leonel Cabezas se hallaba en territorio nacional. Inmediatamente salió a desarmarlo un contingente de costarricenses al mando del coronel Monge.
Los rebeldes tendieron una emboscada, dispararon contra nuestros compatriotas y acabaron con la vida del coronel.
Entre el dolor y la indignación de los costarricenses, sus funerales se efectuaron en la catedral Metropolitana y el cuerpo fue enterrado en el cementerio de Grecia. El Gobierno de Costa Rica, interpretando el sentimiento nacional, decretó tres días de duelo.
Leonora Jiménez, nieta de un héroe
Leonora nació 23 años después de que su abuelo muriera por la patria, pero desde que era niña tuvo muy presente su legado e historia, el cual le sirvió como fuente de inspiración y hasta para moldear su carácter, según comentó a La Teja. Por eso, este martes no es un día cualquiera.
“Mi abuelo murió defendiendo a Costa Rica y yo siento que tengo esas ganas de que mi vida tenga un propósito para mi país, y en ese sentido me siento muy conectada con mi abuelo. Por eso me gusta hacer cosas que impacten la vida de muchas personas, que traigan bienestar y que el país se posicione como lo que somos: personas capaces de hacer grandes cosas”, expresó.
“Me gustó hacer eso como modelo, con ese norte, luego en ciclismo, y ahora en atletismo; los sombreros pueden cambiar, pero el propósito es el mismo”, agregó.
El camino hacia el reconocimiento oficial
Consciente de su legado y del valor de su sacrificio, se presentó en la Asamblea Legislativa el proyecto de ley 24.820, que busca reconocerlo como benemérito de la patria, convirtiéndose así en el primer oficial de la Fuerza Pública en recibir esta distinción.
“Fue impresionante que lo declaren héroe nacional. Todas las escuelas del país reconocen este día. Para nosotros es algo que nos llena de muchísimo orgullo. Mi abuelo peleó por Costa Rica y yo no peleo por el país con armas, pero su ejemplo ha sido mi mayor fuente de inspiración”, dijo Leonora orgullosa.
Su legado sigue vivo en todo el país
El reconocimiento para don Alfonso Monge ahora podría venir a nivel legislativo; sin embargo, desde hace muchos años ha recibido diversas muestras de respeto.
Su memoria ha sido preservada a través de un busto y una placa en el parque Central de Ciudad Quesada; el edificio de Migración en la Aduana de Peñas Blancas que lleva su nombre, en un monumento en San Dimas de La Cruz en Guanacaste y una escuela en Naranjo, su lugar de origen.
“Fue el único director de la Fuerza Pública en la historia del país que ha muerto en combate. Tenía 31 años cuando falleció, dejó a mi abuela de 26 años con cinco hijos. Realmente es una historia familiar muy dura, porque él murió muy joven”, recordó Leonora.
“Yo siento que, aun sin conocerlo, llevo esa semilla de querer luchar por mi país. Mi manera de hacerlo es a través de mi creatividad. Hay muchas historias sobre él, con el expresidente Otilio Ulate y otras figuras. Voy al Museo de los Niños y veo fotos de mi abuelo ahí”, añadió.
Una coincidencia llena de orgullo y memoria
A modo de anécdota, Leonora nos contó que visitó el Ministerio de Seguridad Pública para coordinar sobre el evento de La Gran Maratón, que se realizará el 30 de noviembre, y allí encontró la foto de su abuelo, una muestra más de que sigue siendo recordado con respeto y admiración.



