“El Banco de Costa Rica financió de buena fe”

La bronca con el condominio Fuente de Vida sigue más vivo que nunca, sobre todo ahora que el Banco de Costa Rica dio a conocer detalles sobre el polémico caso que dejó a muchas familias sin casa y llenas de deudas.

La institución bancaria, por medio de su oficina de prensa, indicó que tiene en su poder 17 de los 44 apartamentos del complejo. Dichos apartamentos fueron adjudicados a la entidad mediante la vía judicial; sin embargo, debido a la declaratoria de inhabitabilidad no se ha tomado posesión de estos.

En La Teja quisimos saber qué pretende hacer la entidad con estos inmuebles e indicaron que están a la espera de la resolución del proceso judicial para actuar.

Le consultamos a la entidad qué respuesta les dan a los afectados que, en el 2010, fueron desalojados y quedaron con deudas en ese mismo banco al haber comprado un apartamento.

La respuesta fue: “Efectivamente el banco financió el proyecto de buena fe, dirigido a clase media y también salió afectado”.

Papeles

El Banco de Costa Rica le solicitó a la Municipalidad de Moravia el 10 de agosto del 2017 que le informara sobre la situación que tienen con varios apartamentos en el condominio Fuente de Vida en materia de impuestos municipales, ya que están a nombre de la entidad bancaria.

El municipio le respondió al BCR el 27 de setiembre del 2017 para informarle que no se le están cargando impuestos a estos apartamentos, ya que fueron declarados inhabitables, situación por la cual fueron clausurados por el Ministerio de Salud y por la muni.

En ese documento le advierten al BCR que la venta de dichos apartamentos a terceros, sin advertirles que son inhabitables, puede ser considerado como un “vicio oculto generador de responsabilidad”, pues se estaría comercializando un bien para uso residencial que no se puede usar.

El documento, firmado por el alcalde Roberto Zoch; la directora financiera Marlene Bolaños; la encargada de cobro judicial Jessica Salazar y el director jurídico Roberto Morales de la muni, detalla que el condominio desarrollado por Fundación Construyamos Internacional había realizado variaciones radicales entre lo construido y lo aprobado por el ayuntamiento, tras realizar una inspección el 9 de setiembre del 2010.

Los cambios constructivos detallados luego de la inspección fueron:

-Exceso de fincas filiales autorizadas (se autorizaron 44 fincas filiales, pero se construyeron 80).

-Exceso de niveles (la autorización fue por dos niveles y se observaron hasta cinco). Esto podría atentar contra la capacidad estructural del edificio.

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-Estructuras desmejoradas.

-Irrespeto a la zona de protección