Este gallo está a tono con los personajes de los que oímos hablar en la Semana Santa.
Tiene 10 meses y mide 70 centímetros de alto, o sea, es el Goliat del gallinero de Alejandro Arce, en Atenas de Alajuela... Ah, bueno, y no dejemos de lado un detallito: le faltan tres meses más de crecimiento, aunque serán son más de ensanchamiento, como echando pecho.
Este joven gallo, de la raza Brahma armiñado azul, es muy manso pese a ser tan mamulón y no anda rajando con su estatura para jamonearse a las gallinas ni a los demás gallitos. Es, por decirlo así, una paloma de la paz en versión gallo.
Estas aves tan grandes son de origen asiático y deben su nombre al río Brahmaputra, en India. Llegaron a Tiquicia por medio de la alemana Ute Thaler, quien las trajo desde Alemania y Suiza junto a su esposo.
"Ella trajo los huevos y empezó a criarlos y poco a poco se fueron repartiendo por varios rincones de nuestro país", explicó Alejandro.
Según nos contó este ateniense, la gente siempre se impresiona (y con razón) por el tamaño de esas aves. "Les hace mucha gracia que tengan esa cantidad de plumas en las patas", agregó.
Desde que nacen son grandes y, a diferencia de los pollitos tradicionales, vienen ya con las patas emplumadas.
Malas ponedoras
Por su tamaño las gallinas tienen un desarrollo más lento que las criollas, esas que estamos acostumbrados a ver en los patios de muchas casas, sobre todo en el campo.
"Normalmente las criollas empiezan a poner entre los cuatro y los seis meses, mientras que las Brahma lo hacen entre los ocho y los nueve meses. Eso sí, su etapa de madurez sexual la alcanzan entre los dos y los cuatro años, edad a la que las gallinas criollas ya están viejas", explicó Óscar Lizano, criador de aves Brahma.
Los Brahma pueden llegar a vivir unos seis años, aunque Alberto Arias, otro de los amantes de esta raza, nos contó que tiene a su gallo Zeus desde hace diez años y que el año anterior se le murió una gallina que llegó a vivir 15 años.
Este gallote de Alejandro Arce es una mezcla de los malayos y conchinchinos. Los primeros son los que aportan el tamaño y los segundos dan la contextura.
"En Costa Rica nos hemos enfocado más en el tamaño, por eso nuestras especies pueden llegar a medir hasta setenta centímetros, cuando los de la misma especie, en otros países, andan entre los sesenta y los sesenta y cinco centímetros de altura", comentó Lizano.
Los machos pueden llegar a pesar entre 4,5 y 6 kilos, mientras que las hembras pesan entre 3,5 y 4,5 kilos.
Hembras son más ricas
De nuestros entrevistados solo Óscar Lizano ha probado la carnita de estas aves que parecen salidas de aquella vieja serie de tele llamada "Tierra de gigantes". Lizano nos contó que las hembras son más ricas que los machos.
Contrario a lo que podría imaginarse, las pechugas de las criollas son más aprovechables que la de las Brahma, que se van en puro hueso. A lo que sí le saca pura carnita de calidad es a los muslos. Claro, semejantes bichas tienen más pierna que un corredor.
Blue silver orange: Como su nombre en inglés lo dice, son una combinación de colores entre azulados, plateados y anaranjados.