El alto costo de la vida no debería impedirnos disfrutar lo bueno que nos trae esta época del año.
La doctora Patricia Sedó, del Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN) y académica de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica (UCR) nos da algunos bolados que sin duda nos servirán:
1. Aprovechar las frutas de temporada. En esta época es común encontrar con facilidad papaya, piña, mango, marañón, sandía, melón, mandarinas, entre otras. Preferiblemente se recomienda consumirlas enteras o en refrescos, pero también se pueden hacer helados, gelatinas o en ensaladas.
También se pueden preparar en almíbar: usando pequeños trozos se cocinan en poca cantidad de agua por un corto tiempo y se exalta el sabor con canela, clavo de olor, esencia de vainilla o ralladura de cítricos.
2. Aprovechar las semillas: Algunas como las de ayote y chiverre, que muchas veces se desechan, son altamente nutritivas y pueden secarse y tostarse para consumirlas solas agregarlas molidas para preparar horchatas, tortillas, sopas e incluso alimentos dulces como cajetas y turrones. Aportan calcio, fósforo y magnesio, además contienen ácidos grasos esenciales. Esta tradición es frecuente en lugares como Zarcero y Cartago.
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3. Los ceviches: Son una manera diferente de consumir una gran variedad de vegetales y a la vez incrementar el consumo de fibra, vitamina C y otros nutrientes importantes para la salud.
Puede utilizar plátano, banano o mango verde, garbanzos, pejibaye, palmito, que se combinan con cebolla blanca y morada, chile dulce, culantro, apio y jugo de limón e incluso de otros frutos cítricos como maracuyá y naranjilla. Se puede incluir zanahoria o chayote tierno crudo rallado, que aportan frescura y colorido.
4. Los escabeches o encurtidos hechos en casa son otra opción sugerida para consumir vegetales de bajo costo, entre los que se pueden incluir zanahoria, vainica, pepino, coliflor, entre otros. Las verduras se parten en trozos pequeños y se cocinan ligeramente para mantener su textura crujiente.
Se exalta el sabor con laurel, pequeñas cantidades de aceite, cebolla, ajo, pimienta en grano, entre otros. El uso de vinagre contribuye a la conservación del producto. Estas preparaciones son fuente de fibra, minerales y vitaminas.
5. El consumo de pescados frescos es una buena alternativa para elaboración de platillos diversos, donde la creatividad nos reta para no recurrir a la fritura, sino hacer uso de otras formas de cocción para reducir el contenido de grasa.
En el caso de utilizar pescados secos y salados (como bacalao), la recomendación es ponerlo en remojo por varias horas y eliminar el agua salada, así se reduce en gran parte el contenido de sodio. Es importante explorar nuevas recetas para incrementar la cantidad de vegetales en estas preparaciones.
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