Nacional

El país tiene un faltante de 1.500 choferes de bus

A pesar del alto desempleo que hay en Costa Rica, a los ticos no les gusta bretear en ese oficio

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El país tiene un faltante de unos 1.500 choferes de bus para que las empresas operen como Dios manda sus respectivas rutas.

Esta situación ha hecho que los conductores actuales trabajen hasta cuatro horas extra por día, con consecuencias negativas en el servicio como estrés, irritabilidad, malos tratos, cansancio. Esto último podría, incluso, ocasionar un accidente.

Mientras tanto, según el INEC, a principio de año había 204.000 desempleados en Costa Rica.

Pero eso no es todo, lo peor es que Silvia Bolaños, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Transporte (Canatrans) le está pidiendo al Ministerio de Trabajo que otorgue permisos a extranjeros porque los costarricenses no quieren bretear en ese nicho. Así de mal estamos.

El dato corresponde solo a empresas a nivel nacional que trabajan con rutas y horarios fijos, deja por fuera los servicios especiales como el transporte de turistas o de estudiantes.

Bolaños advirtió que el transporte público no puede tener la calidad que se exige con ese faltante de conductores.

Parte del problema es que el Ministerio de Trabajo no ha vuelto a otorgar permisos a personas extranjeras para que agarren el volante de un autobús.

“Los empresarios están acudiendo a pagar horas extras, pero si no atendemos el tema, alguna ruta puede quedar desatendida ante la carencia de conductores, o sea cerrar. No queremos que pase”, dijo Bolaños.

Orlando Ramírez de Cesmag, empresa que brinda el servicio de San Pedro de Montes de Oca a San José y que atiende una población de unos 45 mil usuarios por día, dijo que le faltan unos 50 choferes.

“Tenemos cerca de tres años de tener una academia para conductores que tienen licencia B3 y B4 (los de buses necesitan C2). Les damos un curso de un mes, con hora y media de práctica y hora y media de teoría, luego se les colabora con el bus para que saquen la licencia, pero llegan medios informales como Uber, les ofrecen más, se van y perdimos una inversión”, dijo.

En el caso de la empresa La Tapachula, que ofrece el servicio en Escazú por calle vieja y por pista, necesitan unos 30 conductores para tener una planilla ideal, según Rodrigo Castro. Esa empresa moviliza en promedio 60 mil usuarios por día.

“Hay opciones que, con menor esfuerzo, la gente obtiene más ganancias en la economía informal, el tico no quiere trabajar. Prefieren ser piratas, uber, taxistas o estar en el mercado informal”, explicó.

Incluso, empresas más pequeñas como Cenbus, que atiende la ruta San José – Tres Ríos, tiene un déficit de cinco choferes, por lo que aprovecharon la oportunidad para llamar a mujeres que quieran entrarle a ese oficio.

“Es un recurso responsable, más ordenadas y puntuales. Nos gustaría tener más de ellas, a otras empresas les ha ido bien”, dijo Javier Méndez, de Cenbus.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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