Aún falta un mes y cinco días para que llegue el día de Navidad, pero don Gerardo Fernández ya empezó a llenar de alegría muchos hogares con su creatividad.
Lo que sucede es que él tiene 25 años de hacer portales, por eso hay quienes lo han apodado como El señor de los portales. Su ingenio es tal que con los materiales que tenga el cliente, sean muchos o pocos, deja volar su imaginación y hacer una hermosa creación.
El primero de esta temporada lo hizo el pasado 2 de noviembre y este domingo viajó a Guápiles, donde tiene una clienta que desde hace ocho años le encarga esta importante misión.
Una hielera vieja, una puerta guardada, unos parlantes que ya no use, no importa lo que usted tenga guardado o hasta tirado en el patio, este artista lo transforma en una obra de arte para el portal.
Eso es justamente una de las cosas que más le gusta a quienes lo contratan, ya que, además de dejarles un montaje muy bonito, los costos disminuyen muchísimo porque don Gerardo usa todo lo que se encuentra en la casa. El trabajito le puede salir de los ¢15 mil para arriba, dependiendo del tamaño.
Una oferta variada
Con el tiempo ha ido ampliando su oferta y de un tiempo para acá comenzó a hacer casitas en estereofón para que su trabajo quede aún más bonito.
Detalles como el añejado de las puertas, las texturas y las pinturas, son solo algunos de los cuidados que tiene este brumosos con sus obras.
Para que haga cuentas, una casita pequeña le puede salir en ¢15 mil, mientras que una más grande en ¢50 mil colones.
Él no es egoísta y por eso da clases sobre cómo hacer dichas casitas y el resto de elementos de un portalito, para que los más animados hagan los suyos o hasta se tiren al agua para ganarse unas extra a fin de año.
"Me siento satisfecho porque donde yo voy hay Navidad", aseguró Fernández.
Este año ya lleva 14 portales hechos y aún le falta la época más brava. Para que se haga una idea, en el 2016 ayudó a 68 familias con este tradicional elemento navideño.
Don Gerardo tiene clientes fijos, como la señora de Guápiles y muchos otros en Cartago, quienes no lo cambian por nadie.
Uno de ellos es Bernardo Barquero, un vecino de San Blas de Cartago, quien lo buscó no solo para que montara el portal de su casa, sino también el de su madre y una tía.
"Me gustan los portales grandes, para mí son lo primordial en la decoración navideña", contó Barquero.
Vía telefónica
Si la distancia le impide ir a hacer un portal no hay bronca, hay personas que lo han llamado, le dicen lo que tienen y él por teléfono les da una guía sobre cómo hacerlo.
La gente queda tan agradecida por la ayuda que le comparten fotos por WhatsApp.
Don Gerardo también recordó que ha hecho algunos en lugares donde se creía que no había espacio para hacerlo.
"He hecho en unos carretillos, de esos de construcción que estaban abandonados en el patio, otros en unos colgantes y hasta en una cuna que estaba abandonada en el patio", contó.
Incluso, Fernández tuvo el reto de armar un portal en vivo en televisión, durante el programa Giros. Lo hizo en 13 minutos.