El Supermán tico fue despedido como un héroe

En la iglesia María Auxiliadora de Cartago, cientos de personas se hicieron presentes este domingo para darle el último adiós a uno de sus superhéroes más queridos, el Supermán tico, como era conocido por todo el país don Gerardo Vargas, quien falleció el pasado sábado en la madrugada, después de luchar durante ocho meses contra su kriptonita, el cáncer gástrico.

Familiares, amigos, payasos y otros superhéroes, participaron de la ceremonia religiosa, que estuvo cargada de un ambiente emotivo porque todos recordarán siempre al Supermán de Cartago como alguien alegre, buen amigo, conversador y siempre dispuesto a luchar contra sus archienemigos, la tristeza y el aburrimiento.

Doña Maritza Vargas, la hermana de don Gerardo, estaba muy afectada, pero al mismo tiempo muy llena de paz porque reconoce que Gerardo siempre hizo lo que más le gustaba, siempre se entregó a dar diversión y alegría sin preguntar nada, lo hacía por amor.

“Mi hermano siempre fue un apasionado por hacer reír a los demás. Él amaba el traje de Supermán, amaba que la gente se divirtiera a su lado. Incluso, en diciembre pasado, estando muy enfermito y por más que el doctor le advirtió que no podía salir de la casa porque estaba recién operado, se puso el traje, la capa roja y las botas y se fue a los carnavales de San José, tuvimos que irlo a traer… ese era él, un apasionado”, explicó doña Maritza.

Este Supermán no volaba, pero llegaba a todos lados, no tenía visión de rayos equis, pero sabía donde podía convertirse en el amigo de todos, no estaba hecho de acero, pero sí de mucho amor por el prójimo. Y además, tenía un superpoder único, se podía convertir en payaso y Colacho, logrando que la alegría siempre saliera victoriosa.

Pasión por hacer reír

Precisamente uno de sus grandes amigos, quien fue alumno y maestro del superhéroe, el payaso Colorico (don Sigifredo Chávez), recordó que cuando don Gerardo trabajó como conserje en una de las escuelas brumosas, le dio muchos consejos, pero cuando ya estaba grande Colorico le enseñó el arte de ser payaso.

“Fue un amigo muy noble, una persona que tenía como pasión el hacer reír a los demás. Siempre que le pedí ayuda él llegaba. Fue un amigo fiel. Se nos va un superhéroe de la vida real, alguien que en verdad tenía poderes porque para hacer reír y alegrar corazones hay que tener poderes especiales y él los tenía”, afirmó Colorico.

José Francisco Vargas, el hermano, quien se vestía del Hombre Araña, siempre lo recordará como alguien pendiente en que los demás estuvieran bien.

“En verdad que era una superpersona porque nunca pensó primero en él. Cuando lo llegaban a buscar para ayudar con alguno de sus trajes, nunca dijo no. Le encantaba diciembre por el traje de Colacho, pero también le encantaba ir a las carreras como Supermán”, contó José Francisco.

El cuerpo del Súperman tico fue enterrado en el cementerio Obrero de Cartago, justo ahí encontramos a dos payasos, Cepillín y Bolillo, quienes fueron grandes amigos de don Gerardo, ellos recordaron que cuando comenzó como payaso quiso llamarse Cartoncito, pero el pueblo brumoso y los amigos payasos siempre lo conocieron como Happy Globo, el payaso feliz.

“Nunca en la vida lo vimos serio y lo puedo afirmar porque lo conocí de toda la vida. Recuerdo que comenzó como San Nicolás y agarraba la moto para irse vestido por los barrios regalando confites, siempre alegre y siempre amigo”, comentó Cepillín.

En la ciudadela El Pedregal, en Loyola de Cartago, están convencidos que nada será lo mismo sin uno de sus alegres hijos, de hecho, la gente en el propio cementerio comenzó a asegurar que este diciembre será muy triste sin don Gerardo Vargas, el héroe de las alegrías.