Nacional

El volcán Poás amenaza las buenas obras de una iglesia

Tramo El Abuelo echa el hombro para financiar casas, diarios y hasta un centro diurno

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El tramo y cafetería El Abuelo, en Fraijanes, es parte de los negocios con los que la iglesia ayuda a las familias de la comunidad. Foto: Melissa Fernández (Melissa Fernandez Silva)

En la Comunidad Cristiana Shalom confían en la providencia divina para continuar con las expresiones de amor y ayuda social que han brindado a los vecinos de Fraijanes de Sabanilla de Alajuela y comunidades cercanas.

Sin embargo, toda esa labor ha sido afectada desde mediados de abril, cuando se ordenó el cierre del parque nacional Volcán Poás, debido a que el coloso entró en un estado de actividad que pone el riesgo de los visitantes.

La iglesia reunía platita con el funcionamiento del tramo y cafetería El Abuelo y con la venta de fresas que ellos cultivan.

Sin embargo, el cierre del parque  hizo que no lleguen tantos turistas, lo que ha bajado los ingresos para echarles el hombro a las familias necesitadas.

También deben ver de dónde sacan la platita para entregar los diarios a 25 hogares pobres y para alimentar a cerca de 50 adultos mayores que se atienden en el centro diurno.

Una de esas familias beneficiadas con el trabajo de la Comunidad Cristiana Shalom es la de doña Ana Rojas y su esposo Juan Luis Abarca, matrimonio de adultos mayores, vecinos de Sabana Redonda de Poás. Ellos  poco a poco han visto como los miembros de la iglesia les transforman el humilde ranchito que tenían, en una hermosa vivienda.

 25 son los diarios que entregan mensualmente a familias necesitadas.

Ana Rojas y su esposo son uno de los 70 hogares beneficiados con una casita, gracias a la iglesia Shalom. Foto Melissa Fernández (Melissa Fernandez Silva)

"La casita se estaba cayendo y le hablé al pastor (Roy Soto) y ellos me dieron el repello, el contrapiso y la mano de obra para enderezar el cajón, además de los vidrios de los ventanales y la instalación eléctrica. Todo eso es gracias al dinero que recaudan con las ventas de la cafetería, por lo que pido que sigan bendiciendo el restaurante", indicó Rojas.

Ella es ama de casa y su esposo ya está pensionado, pero tiene problemas de salud que esta semana lo mantuvieron en cama por dos días, con la rodilla inflamada. 

A la casita aún le falta pintarse, instalar la corriente de la cocina y un lavamanos, pues los ingresos de la cafetería han ido bajando y no se ha podido concluir con la rapidez deseada.

Estos simpáticos abuelitos son solo una de las 70 familias que cuentan con un techo digno para dormir gracias a la labor de la iglesia.

Oscar Molina, se entretiene cuidando las matas del centro diurno de Fraijanes. Foto Melissa Fernández (Melissa Fernandez Silva)

En el centro diurno, además de brindarles el desayuno, almuerzo y un cafecito a las 2:30 de la tarde, los adultos mayores reciben charlas y clases de manualidades,  entre otras actividades. Todo eso  les permite sentirse útiles y mantener la mente ocupada para alejar las depresiones que en ocasiones los embargan.

Óscar Molina asiste desde hace tres años, cuando abrieron las puertas del centro, pero como casi no ve, se le imposibilita bordar o acudir a alguna de las otras clases, por eso, pidió que le dejaran hacerse cargo de las matas que son su pasión y las tiene bien bonitas.

Molina también recibió ayuda con su casita y hasta consiguió novia en el centro (Monchita).

"No me lo esperaba, pero Dios tiene el poder para hacer las cosas. Me ha permitido hacer amistades especiales acá", afirmó el hombre de 79 años.

Por su parte,  don José Ángel Álvarez, sí ha aprovechado las clases de bordado y con lecciones de otros centros en los que estuvo, tiene una buena buchaca de artesanías. Está listo para que cuando hagan una feria salir a ofrecer sus trabajos a los clientes y ganarse una platica.

"Tengo sombreros, canastas, bufandas, alfombras, picheles, cuadros de pintura y muchos otros artículos en mi casa, que he hecho gracias a la oportunidad que me brindan acá. A veces pienso en no venir, pero luego me pregunto: '¿qué voy a hacer yo solo en la casa? y me arrepiento", contó Álvarez, de 74 años.

El pastor Roy Soto, de la Comunidad Cristiana Shalom, considera importante que los recursos que se obtienen de los negocios sean reinvertidos en su totalidad en la obra social. Foto Melissa Fernández (Melissa Fernandez Silva)

Roy Soto es el pastor de la iglesia Shalom y gestor de toda la obra que realizan en Fraijanes.

Según nos contó,  el tramo y cafetería El Abuelo se inauguró hace cinco meses, unos dos antes de que se diera el cierre del parque y les estaba yendo muy bien, pero desde entonces, la clientela ha bajado cerca de un 80% y también  los ingresos.

"Fuimos llamados a servir a la gente, de hecho,  el 90% de las ayudas que brindamos son a personas ajenas a la iglesia. No manipulamos a nadie para que se congregue con nosotros. Además,  facilitamos las instalaciones para funerales, graduaciones de escuela, reuniones de fuerzas vivas, actividades municipales y hasta servimos de albergue en caso de emergencias", indicó Soto.

Otra de las actividades que les generan recursos para tender una mano a la comunidad, es la producción de fresas de excelente calidad y 100% orgánicas,  que comercializan a muy buenos precios.

"Creemos en labrar la tierra y hacer negocio para generar fuentes de empleo con justicia laboral,  para impulsar la economía de la zona. Es más duro, pero dignifica más", agregó el pastor.

Si usted desea ayudar para que esta iglesia pueda seguir haciendo su obra social, dese la vuelta   por Fraijanes y visite el tramo y cafetería El Abuelo. Además, puede comprar alguna golosina  en el minisúper o llevarse unas ricas fresas. Búsquelos en Facebook.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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