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En El Invu Las Cañas, en Alajuela, los vigorones electorales son una tradición y este domingo volvieron a ser saboreados.
La familia Álvarez Mejías vive cerca de la escuela de la localidad, que es un centro de votación, y desde hace muchos años tienen como costumbre hacer granizados, vigorones y cuanta cosa rica se les ocurra para vender y para hacer del ambiente un pachangón.
La familia es numerosa, son 12 los hijos de doña Analive Mejía, la creadora de la tradición. Cada uno de los miembros colabora con ventas de algo, sea granizados, caldosas, cajetas y lo nuevo para esta segunda ronda: los brigadeiros, una especie de cajetas brasileñas.
Madre sabia
Ronald Álvarez, uno de los 12 hijos de doña Analive, contó que la tradición la trajo su mamá desde San Carlos. Cuando muchos de sus hermanos no habían nacido, la señora hacía lo mismo para compartir con el pueblo y disfrutar la fiesta electoral de una manera sana y entretenida. De hecho doña Analive se mantiene al frente de la tradición tan alimenticia.
Ahora es en El Invu Las Cañas donde los vecinos entran a la casa, comen, disfrutan, bailan y viven la fiesta en grande. Hasta gente reconocida de Alajuela llegó a comer los ricos platillos, por ejemplo, Rodolfo González, cuentacuentos y periodista, quien nunca falta donde la familia cocinera.
Fofo aprovechó para echarse una bomba, un cuento o alguna de las historias que lo caracterizan.
Lo bonito es que no se discrimina a nadie y tanto gente del PAC como de Restauración Nacional fueron bienvenidos bajo una sola bandera: la de Costa Rica.
