Enfermera del hospital de Alajuela: “Es muy bonito recibir el agradecimiento de la gente”

En esta guerra contra el Covid-19, los primeros en el campo de batalla son los trabajadores de los centros médicos.

Uno de los más golpeados ha sido el hospital San Rafael de Alajuela, donde trabaja el doctor que fue el primer caso confirmado con la enfermedad en nuestro país, el pasado 6 de marzo.

Desde entonces, más de 200 funcionarios fueron mandados a aislamiento mientras se les realizaban pruebas para ver si estaban enfermos.

Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social, dijo el 8 de abril que 118 funcionarios de la institución se han confirmado con COVID-19 y solo uno permanece en Cuidados Intensivos del Hospital México.

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Para conocer más a fondo cómo viven los miles de trabajadores de la CCSS esta situación conversamos con Katherine Saborío, auxiliar de enfermería del Hospital San Rafael de Alajuela.

-¿Hace cuánto trabaja en el hospital de Alajuela?

-Desde hace tres meses, entré el 16 de enero.

-¿Cómo ha enfrentado el tener que ir día a día a trabajar sabiendo que hay alto riesgo de contagiarse?

-Para uno sí es algo lleno de incertidumbre porque usted no se sabe a quiénes va a atender, la evolución que van a tener, inclusive los mismos compañeros con los que uno va a ir a trabajar. Entonces uno va a trabajar y esperando de que no solo nosotros nos cuidemos, sino que lo hagamos todos juntos.

-¿Con quiénes vive y qué le dicen ellos?

-Vivo con mis padres (Javier y Maribeth), quienes tienen factores de riesgo, ella es hipertensa y él es paciente oncológico. Además mi abuela es diabética y tengo una hija pequeña. Para no preocuparlos, al que más le comento cómo está la situación es a mi novio. Mi mamá solo me dice que Dios me acompañe y que me vaya muy bien.

-¿Qué significó para usted la recuperación de Magaly, la enfermera que salió de Cuidados Intensivos?

-Fue vacilón porque cuando yo inicié los nombramientos en el hospital, una una de las personas con las que me tocó iniciar a trabajar fue con ella.

Cuando ya empezamos a ver que ella estaba un poco mal uno lo que pensaba es que era una compañera y que días antes estaba trabajando con nosotros, por lo que verla ahí sí fue un poco impactante por todo lo que sabíamos que estaba viviendo.

El miércoles que le dieron la salida, avisaron por los parlantes que a las 10 a.m. podíamos salir a los pasillos porque ella iba a salir y a nosotros se nos puso la piel de gallina de ver que prácticamente no había nada que hacer ya ella por dicha iba para la casa.

Fue una gran emoción y ese día nos decíamos que necesitábamos algo bueno y eso fue como una recarga de baterías.

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-¿Hubo algún otro compañero así cercano que tuviera que estar en aislamiento?

-Algunos sí estuvieron en aislamiento y contaron su preocupación de cuándo les dieran el resultado, cuando les avisaron que estaban negativos pero que aún así debían cumplir con los días de aislamiento. La preocupación por sus familiares, pero son cosas con las que uno aprende a trabajar.

-¿Qué cuidados tiene para evitar contagiarse?

-Vivo muy cerca del hospital por lo que me voy a pie para el trabajo. Y cuando llego a la casa, sí me quito la ropa y la echo en la lavadora, me baño de una vez y pongo los zapatos a lavar casi a diario. NOs dan charlas de 15 minutos para el manejo del estrés.

-¿Cómo los trata la gente en la calle?

-Uno nota el agradecimiento de la gente en la calle cuando uno se los topa y le dicen a uno que muchas gracias, que le vaya muy bien, uno sabe la intensión de esa persona y se siente bonito ver que la gente es agradecida.

Por otro lado hay algunos que como lo ven con uniforme los ven feo y los compañeros que viajan en transporte público a algunos no les paran y saben que tienen que cambiarse antes de salir del hospital porque sino no los llevan.

Hace poco un compañero comentó que tuvo un altercado en un supermercado porque una persona le empezó a gritar que qué andaba haciendo ahí y es porque la gente siente miedo.

-¿Cómo reciben las iniciativas como el aplauso solidario y la que tuvo la Muni y los bomberos de ir a darles ánimo al hospital?

-Aunque yo no estuve ese día, sentí bastante emoción y fue muy bonito. Desde las cosas más simples, un mensaje de texto, ese buenos días de alguien que no lo conoce, todo eso en realidad que sí le llega a uno. Aunque uno pasa bajo un estrés muy grande son momentos en los que a uno lo hace ver que las cosas se están haciendo bien y que en algún momento todo va a pasar. Incluso algunos nos mandan botellas de agua o de fresco.

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