Las playas nudistas han sido todo un fenómeno en la sociedad desde los años 60 y 70, cuando el nudismo comenzó a ganar terreno por allá en las tierras lejanas de Europa y algunas partes de América del Norte.
Quizás, la batuta la llevó Francia con su famosísima playa Cap d’Agde conocida hasta el día de hoy, como la “capital del nudismo”.
Pero, ¿qué pasaría si le contáramos que Costa Rica estuvo montada en esta ola del nudismo y qué, aún hoy en día, hay lugares en los que se practica? Prepárese, que le vamos a hablar de una cara del país que no todos conocen.
Lo primero es que hablar de playas nudistas en Costa Rica no es para nada sencillo.
Hay que recordar qué, a final del día, el nudismo es ilegal en el país, amparado en la ley contra el exhibicionismo, según nos explicó el abogado Kendall Ruiz.
El Código Penal, en su artículo 392, deja muy claro que a cualquier persona que se “mostrare desnudo o exhibiere sus órganos genitales” en público, se le imponen multas de 5 a 30 días.
LEA MÁS: Con método japonés están repoblando los corales de Isla Tortuga
Ahora, la cosa sube de tono si hablamos de exhibicionismo o masturbación en espacios públicos, porque las penas son de seis meses a un año de prisión o de treinta a cuarenta y cinco días de multa.
“Claramente, si es una propiedad privada, todo bien. Si es un lugar público o del Estado, podría caer en exhibicionismo”, agregó el experto.
Por esa razón es que es tan difícil tener playas nudistas en el país, pero eso no quiere decir que no haya lugares públicos en los que se practique. Nada más que todo se maneja de a callado.
Libertinaje
En La Teja conversamos con José Chávez, director de la revista LGBT “Playita”, quien tiene años de experiencia en turismo, y contó todo el teje y maneje de estas playas.
Quizás, lo más importante es la privacidad, y eso solo se logra de una manera: entradas complicadas; así que entre más difícil sea acceder, mejor.
Según nos contó, muchas de las playas que se usan hoy en día para el nudismo, son aquellas en las que hay que caminar hasta 20 minutos; justamente, para evitar algún chismoso que les quiera arruinar la fiesta.
Y si a esto se le suma que, al subir la marea, la playa queda incomunicada del resto de la sociedad, mil veces mejor. Así se aseguran de que no haya fisgones.
Segundo, y que va muy de la mano con lo primero, lo ideal es que sean playas poco visitadas.
“Tienen que ser playas desérticas, playas que no tienen mucha gente. Aquí, por lo menos en el Pacífico Central, Matapalo, Palo Seco, Playa Linda, son lugares a los que la gente va y lo practica”, explicó Chávez.
Por último, pero no menos importante, tiene que haber consentimiento y mucha comunicación. La idea es que las personas sepan que son lugares seguros en los que se puede realizar esta práctica.
“Para poder ser una buena playa nudista, es importante que se sepa que es una playa nudista y, el que quiera ir, que vaya y, el que no, no. Eso sería lo ideal y así es cómo se hace”, agregó.
LEA MÁS: ¡Orgullo tico! Esta playa fue elegida entre las más top del planeta
Una vez que se tiene identificado el lugar, es tan sencillo como hacer correr la voz de que se van a reunir.
“Cuando ya llegas ahí, te quitas la ropa y, para salir, te la pones de nuevo”.
“Actualmente, la que se está usando se llama Playa La Macha, aquí mismo en Manuel Antonio. Lo que tiene es un acceso muy difícil, es una caminata de 45 minutos.
“También tiene la particularidad de que es muy pequeña, entonces hay que ir como dos horas antes y, dos horas después de la marea baja, porque si no no hay playa”, comentó.
Fiestón
Ahora, como les comentamos al inicio, desde hace muchos años, Costa Rica está montada en esta ola y, el estrellato desde este movimiento se lo llevó, por muchos años, Playa Playita.
“La historia es simpática, porque Playita es una playa aquí en Manuel Antonio, que tiene un acceso reservado, en el sentido de que con la marea alta, no se puede pasar y la playa quedaba sola.
“Yo llegué aquí (Manuel Antonio) hace más de 30 años; era un paraíso y, en esa época, le decían la playa de los carebarros”, dijo entre risas.
Según nos contó, Playita no solo es bien pequeña, sino que también está rodeada de naturaleza y, por esa razón, muchos hombres, casados y solteros, heterosexuales y homosexuales, se metían a la playa para desnudarse y realizar “cruising”.
El cruising, para quienes no están al tanto, es una práctica sexual en la que se busca tener encuentros sexuales en lugares públicos, generalmente, con extraños.
“Los hombres se metían al bosque, evidentemente, para tener sexo”, explicó.
Pero, y aquí sí queremos hacer la salvedad, ese no es el fin de este tipo de playas y, como nos contó José, en realidad, Playita era visitada también por muchas personas, mujeres incluidas, para broncearse desnudas y celebrar su cuerpo.
LEA MÁS: Se descubrió, bajo el océano, un hallazgo que cambia para siempre la historia del país
En el caso de Playita, su historia llegó a su fin por allá del 2007, cuando se abrió un hotel directamente detrás de la playa y cerraron el acceso, prohibiendo del todo el nudismo.
Eso sí, eso no quita que el nudismo sigue siendo muy codiciado en el país; en especial, entre los turistas europeos que están ansiosos por mostrarse ante el mundo.
“Cuando Playita dejó de ser nudista, perdimos un montón de turistas que venían por el nudismo y, es algo que se está buscando mucho.
“Todavía la gente pregunta por playas nudistas y sí se practica, pero de una manera oculta”, concluyó.
LEA MÁS: Vecinos intentan evitar destrucción de playa Panamá por el proyecto turístico Bahía Papagayo