Estrictas regulaciones le complican el brete a los dueños de drones

El costo de la licencia supera la capacidad de pago de la mayoría de las pequeñas empresas que han surgido con estos aparatos voladores

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El alto costo de los permisos y las exigencias de Aviación Civil se volvieron una piedra en el zapato para quienes trabajaban con drones, como es el caso de Didier García Álvarez.

García se dedicaba a realizar los videos aéreos de las fiestas de fin de año para Repretel, pero desde que empezó a regir el nuevo reglamento le tocó hacer una pausa para hacer los cursos y sacar los permisos que exige el nuevo reglamento.

La bronca es que, mientas los consigue, le toca rechazar trabajos. Esa misma situación es parte de la vida de muchos pulseadores que hicieron una fuerte inversión en drones y cámaras, pero que ahora están varados.

El cambio empezó a regir desde el 13 de febrero y casi de inmediato las asociaciones de operadores se subieron las mangas y se pusieron a buscar un cambio que permita una regulación adecuada y que no le corte el brete a los emprendedores que no tienen el platal que se cobra.

Roberto Gallardo Loría, presidente de la Asociación Costarricense de Operadores de Drones (Acodron), explicó que no se oponen a la regulación sino que buscan que sea un reglamento que se ajuste a las normas internacionales, las cuales no se enfocan en cobrar una millonada ni pedir requisitos como si se fuera a volar un avión de pasajeros.

“El costo que están pidiendo ellos es desproporcionado, esto no ayuda a las empresas emergentes. En países, como Estado Unidos, sacar una licencia para volar un dron cuesta $5, unos tres mil colones”, explicó Gallardo.

Aviación Civil, por su parte, defiende el reglamento ya que dice que es una forma de garantizar que solo gente capacitada opere esos equipos.

“Lo que se busca es garantizar la seguridad y la privacidad de las personas, estos aparatos pueden alcanzar alturas que si no se controlan podrían provocar accidentes con helicópteros y avionetas, los planes de vuelo deben incluirse como cualquier otra nave que ande por el cielo”, aseguró Enio Cubillo, director general de Aviación Civil.

La vigilancia regula los que pesan menos de 150 kilogramos, dividiéndolos según la actividad.

De esta forma hay reglas para quienes lo tienen por diversión, para investigación y venta de servicios, según el tamaño de la actividad.

En el caso de los pulsadores, tienen que estar inscritos en el Ministerio de Economía como emprendedoras o que cuenten con la condición de pequeña y mediana empresa (PYME). A estos se les dará una suspensión de hasta tres años del pago por concepto de certificación, a partir de su primera inscripción.

Los que vuelan por diversión no necesitan permiso, pero deben hacerlo en lugares donde no haya gente, que las condiciones del clima no afecten la visibilidad y jamás acercarse a aviones.

No pueden cobrar por los servicios, ni acercarse a cárceles o a la Casa Presidencial. El artefacto volador no puede pesar más de 25 kilogramos.

Los que se pasen de los 25 Kilos deben estar inscritos en el registro de matrícula de aeronaves y disponer de un certificado de aeronavegabilidad.

Para trabajar con el dron se necesita tener un certificado de operación y explotación, además para ser piloto privado o comercial de estos aparatos, se necesita tener una licencia que entrega Aviación Civil, además, cumplir con los siguientes requisitos:

  • Tener 18 años y Bachillerato de colegio.
  • Certificado médico extendido por alguno de los médicos designados por Aviación Civil. Renovarlo cada 60 meses, tiempo que se reduce a 24 meses una vez que el solicitante cumpla 40 años de edad.
  • Contar con el curso teórico y práctico para operación de dron, impartido por el fabricante, un operador autorizado por el fabricante, un centro de instrucción aeronáutica o por un instructor calificado.
  • Tener al menos 10 horas de experiencia en la operación de esos aparatos.
  • Se podrán convalidar los cursos y la licencia de otros países, siendo requisito obligatorio el examen teórico.    
  • Cancelar el costo y aprobar los exámenes teórico-prácticos.
  • Para iniciar el proceso técnico para optar por el certificado de explotación y el operativo, se debe efectuar el pago correspondiente de $1.874, aproximadamente ₡1.122.537.
  • Los instructores prácticos deben contar con el certificado de idoneidad o licencia de piloto para dron y realizar el examen de fundamentos de instrucción (FOI).