El exministro de Educación, Leonardo Garnier, está pero que se lo lleva quien lo trajo del colerón por uno de los hechos que más está dando que hablar en Estados Unidos en estos momentos, el manoseo que sufrió en uno de sus senos, en vivo y delante de todo el país vía televisión, la cantante estadounidense Ariana Grande por parte de un obispo en el funeral de Aretha Franklin.
De acuerdo a la prensa internacional Ariana, después de cantar, se acercó al obispo Charles H. Ellis, quien la felicitó delante de todo el mundo con más cariñito de la cuenta, pero hasta ahí todo bien, el asunto pasó de castaño a oscuro cuando el obispo le agarró la cintura a la cantante y en los videos se nota como la mano de Ellis sube desde la cintura y llega a tocarle el pecho de forma descarada.
“Un reverendo manosea a #ArianaGrande en el funeral de #ArethaFranklin; y otro reverendo lo justifica porque “ella se lo buscó por vestir así” y diciendo que el pastor solo hizo lo que la mayoría de los hombres presentes habrían querido hacer. ¿Hasta cuándo?”, expresó Garnier en la red social Twitter.