La recuperación de los siameses Samuel y Ezequiel avanza a paso lento, pero firme.
Luego de dos meses de luchar contra problemas de salud, sus heridas van cicatrizando y van agarrando más fuerza lo que le permitió a su mamá Evelyn Badilla cargarlos y dormirlos en sus brazos.
En una conferencia de prensa, tanto los médicos como los padres de los niños dieron las buenas noticias y celebraron que los hermanitos se van recuperando de las complicaciones que tuvieron que enfrentar, luego de la cirugía que permitió separarlos de la cabeza.
“Estamos muy motivados, porque pensamos en dos meses hacia atrás y estaban en una condición muy grave. Hoy podemos decir que están bastante estables, las crisis que padecían se han controlado”, dijo Evelyn Badilla, madre de los niños.
“Estamos muy felices, porque podemos alzarlos, están más tranquilos, ya van agarrando la confianza otra vez y eso nos mantiene muy motivados. Verles la sonrisa en la carita es totalmente diferente, al principio estaban serios, como distantes, pero ahora sí, nos responden con sonrisas a los estímulos”, añadió.
"Al principio nos daba miedo tocarlos, nos tocaba agarrarlos con mucho cuidado, pero con miedo de hacerles daño, era como si fueran recién nacidos otra vez", contó Stalin Núñez, papá de los menores.
Continúan los cuidados médicos
Su cerebro cada vez está más estable y no han vuelto a convulsionar, explicó Carlos Jiménez, director interino del centro médico.
Los valientes hermanitos siguen en el proceso de recibir alimentación sólida para dejar de usar la sonda, con la que los alimentaban. “La idea es poderlos migrar en algún tiempo, para que estén solamente ya con alimentación oral, pero eso es un proceso que va lentamente”, explicó Jiménez.
Con Samuel lograron que todas sus heridas ya estén cerradas y este lunes van a realizar las pruebas necesarias para suspender la asistencia que tenía para respirar.
A Ezequiel, en cambio, le siguen trabajando su cabecita para corregir un defecto en el cuero cabelludo, que resultó de la operación y lo mantiene con una herida abierta y colgajos (piel y nervios que fueron colocados para reconstruir su cabeza).
“Tiene una ventriculostomía en su cabeza, que consiste en un catéter que permite manejar la producción de líquido en la cabeza y el cerebro, que esperamos se vaya cerrando poco a poco, para que podamos colocarle una derivación del ventrículo peritonial, un catéter que quede ya debajo de la piel, o poder retirarlo en un futuro, que sería lo ideal”, indicó Edgar Jiménez, del grupo neuroquirúrgico del HNN.
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Se espera que esta semana a Ezequiel se le haga un nuevo procedimiento reconstructivo para reducir aún más el defecto.