Doña Laura Arguedas, imprentera, no pasó un diciembre muy lindo. Las deudas no la dejaron comerse el tamalito tranquila, sobre todo porque el tema de la llegada de la factura electrónica para los profesionales la está afectando mucho.
Esta breteadora tiene una imprentica en San José, en avenida 14, entre calles 9 y 11, y desde noviembre pasado la está viendo fea porque los clientes la están dejando tirada.
“Cerré el 2017 con tres millones de colones de pérdidas. Uno le pide a Dios que todo cambie, pero el asunto se ve muy mal con esto de la factura electrónica. Esos profesionales que nos daban trabajito al hacerle nosotros sus facturas y recibos, ya no nos ocupan. El Gobierno se olvidó de muchas familias de imprenteros, la factura electrónica nos está quitando la comida de nuestros hijos… estamos al borde de la quiebra”, afirmó doña Laura.
Casi la mitad de los ingresos de doña Laura, quien tiene más de 10 años en el negocio, son generados por la venta de facturas a profesionales como doctores, abogados y contadores.
“El Gobierno gasta millones de colones en publicidad para decirnos a las mujeres que seamos emprendedoras, que hagamos microempresas, pero a la hora de la verdad estoy abandonada. Nadie pensó en nosotros cuando metieron lo de la factura electrónica. Somos de los olvidados por todos”, aseguró.
Impresos González Sánchez es el nombre del negocito de doña Laura, quien también la pulsea con sus dos maquinitas de 100 años pero que trabajan puras tejas imprimiendo tarjetas de presentación, volantes, “brochures”, libros, etiquetas, recordatorios y calendarios; sin embargo, las facturas y los recibos son lo fuerte de su ingreso.
Crisis total
Cerquita de donde bretea doña Laura también tiene su imprentica don Vinicio Sojo, dueño de la Imprenta Cervantes. Para él el asunto también está peludo porque el 70% de la plata que se gana al mes es por facturas.
“Nos están quebrando. El Gobierno nos obliga a cerrar nuestros negocios. Yo tengo más de treinta años de trabajar en imprenta y jamás habíamos tenido una crisis como la actual. Perdemos clientes todos los días. Es algo que duele mucho porque nadie pensó en las imprentas”, afirmó don Vinicio.
Caminamos un poco y llegamos al barrio Chino, donde nos encontramos a don Róger Pérez, dueño de RPS Impresos.
Cuando le hablamos de la entrada en vigencia de la factura electrónica no se anduvo con mucho mate, nos hizo pasar a su negocio para enseñarnos tres máquinas de las que se conocen como Multilit.
“Aquí tengo cuatro máquinas y solo una funciona. Las otras tres están paradas hace casi cuatro meses. Tuve que despedir a los tres operarios de esas máquinas porque el asunto ya no da. Lo de la factura electrónica nos está obligando a quebrar poco a poco. Antes cada una de esas máquinas dejaba como 350 mil colones de ganancia al mes, ya todo eso se perdió y ¿a quién reclamarle?
“Uno la pulsea con otros tipos de impresión pero es que las facturas y los recibos es parte importante de los ingresos… y todavía falta lo peor porque ahorita mismo no todos los profesionales están aplicando la factura electrónica, cuando todos lo hagan entonces sí nos joderán”, aseguró don Róger.
Unidos por primera vez
Los pequeños dueños de imprentas de San José por primera vez están hablando de unirse, de buscar asesoría con el cooperativismo y demostrar que no son un gremio al cual el Gobierno puede quebrar así como así en menos de un año.
Los seis que consultamos no saben nada de cooperativismo, por eso piden ayuda a cualquier institución cooperativista para que les asesoren, que por favor los llamen al 2222-4258, porque saben que si siguen cada cual por su lado, en menos de seis meses no existirán.
“No somos dinosaurios que tienen sus días contamos. Somos personas que tienen familias, que trabajamos de sol a sol y ocupamos que el Gobierno lo entienda. Hablamos de seres humanos a los que abandonó su propio presidente”, afirmó doña Laura Arguedas.
Don Jimmy Contreras, de la imprenta JCL, coincidió con doña Laura en que la unión hace la fuerza. Por eso ya comenzaron las primeras conversaciones para que los imprenteros tengan su primera reunión, nombren líderes y encaren al Gobierno para que se busque una solución a su situación.