La imagen del Cristo Negro encabezó el camino de decenas de fieles católicos que, como el pequeño Jayden Martínez de tres años, sostenían rosarios y crucifijos mientras caminaban los cuatro kilómetros que separan la catedral Metropolitana del Santuario Nacional del Santo Cristo de Esquipulas en Alajuelita.
Jayden llegó en un cochecito empujado por su papá, quién busca que desde muy pequeño su hijo se contagie del amor y la fe que su familia comparte por el Cristo Negro.
Al igual que este niño familias enteras se armaron de gorros, abrigos y bufandas para soportar el frío de este domingo y así dar gracias por los milagros recibidos.
La peregrinación salió de la Catedral Metropolitana a las 8 de la mañana y llegó al santuario pasadas las 11. La procesión pasó por el centro de San José, Cristo Rey, Sagrada Familia, Hatillo para terminar con bombetas y misa con el arzobispo de la capital Rafael Quirós .
"Vengo porque el Cristo Negro me hizo dos milagros, porque mi nieta Caterine López Quesada salió bien de una operación de la vista y porque a mi esposo Manuel Quesada Flores lo operaron de la columna, aunque me dijeron que iba a quedar en silla de ruedas, gracias a otro milagro concedido, a los dos días de operado ya subía las gradas de la casa y camina normal", contó doña Teresa Corella Villalta con lágrimas.
Esta devota tiene 60 años de vivir en San Felipe de Alajuelita y asegura que ahora más que nunca se siente comprometida en participar de esta actividad y cumplirle la promesa al Cristo Negro de peregrinar hasta que su cuerpo se lo permita.
"Mientras tenga salud y pueda vendré todos los años" aseguró acompañada de un crucifijo bendito que una nieta le trajo de Guatemala.
Al igual que doña Teresa, Luis Emilio Zamora caminó por sus hijos y su familia, repitiendo una tradición que empezó con su mamá Mirey, quien lo llevaba de niño al santuario.
A don Luis lo motiva que gracias a este santo tiene casa y lo bendijo con una esposa oriunda de Alajuelita.
"Ahí me casé hace 21 años (en el santuario), bauticé a mis hijos y todos tenemos una gran devoción" dijo Zamora.
El fue uno de los voluntarios de la Asociación Obras del Espíritu Santo que se encargó de cuidar que todos los fieles caminaran seguros y se comieran un gallito cuando pasaron por Cristo Rey, donde el padre Sergio esperaba a los que hicieron el recorrido.
Otra de las figuras que destacó en el recorrido fue don Rogelio Álvarez, quien llegó con una sotana blanca, un turbante rojo y bastón de madera.
En todo momento se mantuvo cerca de la imagen del Negrito.
"Ando sirviendo al Señor, ando las ropas de Cristo, así como él andaba orando por los apóstoles así ando yo, como un carajillo de 15 años alabando al Señor" aseguró este vecino de Aserrí.
La actividad religiosa cerró en el Santuario con una misa oficiada por el arzobispo Rafael Quirós, quien aseguró que así es como todos peregrinan hacia Cristo y con él.
Quirós destacó que la invitación especial se hizo a los jóvenes como una preparación para la jornada mundial de la juventud que se hará el próximo año en Panamá, con la presencia del sumo pontífice.
"La arquidiócesis organiza estas actividades para promover la paz en el mundo y en nuestro país para que las muertes violentas disminuyan y que sea la vida la que se abra camino" aseguró Quirós.
Por su parte, el alcalde Modesto Alpizar, destacó lo importante que es para los vecinos de Alajuelita poder celebrar 200 años de la tradición y devoción.
"Además de esta caminata, el mes de enero tendrá actividades que permitirán unir al pueblo con las tradiciones propias de la tierra del chinchiví y a las que queremos invitar a todos los que se quieran unir" explicó.