Un niño que este 15 de septiembre cumplirá diez años es todo un experto en hacer chileras y su profesor le está ayudando a montar una pequeña empresa, con la que pretender darle trabajo a muchas personas, como al papá, la mamá y al mismo profe.
El protagonista de esta linda historia es Joseph Gonzalo Granados Barquero, conocido desde que era un bebito como Chalito y que tiene todo el potencial para ser un gran cocinero. De momento, Chalito vendió sus chileras en una actividad en su comunidad, Alto de Araya, en Orosi, y fue todo un éxito.
Su profesor Wagner Gómez contó su linda historia y cómo dos niños más se han acercado para ayudar a la economía familiar.
Dice el profe que Chalito es un estudiante regular, no es de cien corrido. En una clase de Estudios Sociales, el profe le preguntó a Chalito que si él tuviera una empresa, qué le gustaría que fuera. Y Chalito le dijo que tendría un negocio de pizzas y lasagnas porque él las hace.
“Entonces, en la conversación me dijo que también hace chileras”, contó Gómez.
El profe le dijo que le llevara una chilera hecha por él y no fue cuento. Chalito le llevó una que compartieron con los compañeritos y empezó a entusiasmarse con la idea del negocio.
Incluso, el profe empezó a utilizar pizzas y lasañas como ligamen de la materia para que Chalito comprendiera más rápido la materia.
“Hay que tomar en cuenta que Chalito no es de andar con celulares como casi todos los niños. A él le gusta agarrar el machete, ir a la finca, sembrar”, dijo el profe.
Poco a poco, don Wargner lo impulsó a hacer una etiqueta para el producto y a tener unas chileras listas para la recreativa MTB, una actividad deportiva de la comunidad. Hicieron una banca para poder donarle al chiquito unos frascos para que llevara el producto.
El niño fue a vender las chileras con sus padres, doña Maricela Barquero y don Wálter Granados y resultó ser un éxito.
Incluso, Chalito montó junto a su profesor, el nombre del producto ‘Chilitos Chalito’ e idearon un logo entre los dos.
“Fuimos a buscar un chile y él dijo que tenía que ser uno que habíamos encontrado casi de primero y yo le dije que si le poníamos un sombrero y decidimos que fuera un chonete. Él dijo que llevara un círculo de fuego alrededor”, explicó el profe.
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Inspirador
Como la idea de Chalito empezó a hacer bulla, otros dos estudiantes se le acercaron al profesor y le preguntaron si ellos podían vender cosas en la actividad.
Así fue como una compañerita, Lucía, dijo que ella hacía muñecas de trapo.
“Ella, académicamente es excelente y la mamá le había pagado un curso. Le dije que hiciera diez. También se me acercó otro, Gerald, que dijo la mamá vende apretados y que él quería ayudarla. ¿Cómo voy a decirles que no?", dijo el profe.
El tema de marcas y etiquetado no se ha abarcado con estos otros dos niños, dijo el profe. Esa parte solo lo ha hecho con Chalito porque surgió de una forma espontánea en una clase.
Orgullo
Doña Maricela Barquero, la mamá, dice que Chalito desde que tenía tres años hace chileras y le encantan y que cocina de lo más rico.
“Le echa el chile picante, cebolla, limón, coliflor, brócoli, zanahoria y el amor que le pone y su mano son lo más importante. No le pone vinagre, solo limón”, dijo doña Maricela.
Pero ojo, no es la única virtud que tiene este pequeño, ya que le pone bonito en la cocina y sin que nadie le haya enseñado.
“Nadie le enseñó, mi hijo lo trae, cuando uno ve aprende. Cocina como un grande, le encanta hacer arroz, le echa de todo, el último lo hizo en cocina de leña donde mi suegra. Tenía invitados y se fueron maravillados. No se le ahúma ni nada”, comentó la madre.
También le queda bastante bien la crema de ayote, lasaña, pizzas, sopas, en fin, es un chef en potencia.
Doña Maricela dice que apoyará a su hijo en todo y que ojalá le funcione la empresita porque es el gran sueño que tiene su niño.
Si usted quiere comprarle productos a Chalito, puede pedirlo al teléfono de su mamá, el 8670-3552. Probablemente deba ir a Alto de Araya porque no tienen express, pero así de una vez se pega una paseadita.