El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, decidió cerrar la frontera con Costa Rica desde este lunes 18 de mayo, lo que podría ocasionar un desabastecimiento en nuestro país de productos como frijoles, jabones, desinfectantes y papel higiénico, entre otros.
La medida de Ortega obedece a la firme postura de Costa Rica de revisar a los transportistas para hacerles la prueba del coronavirus y evitar que ingresen al país contagiados. De esa manera, Costa Rica ha informado de 50 transportistas que no ingresaron al país porque dieron positivo en la prueba.
Pero dicha medida está generando una gran presión en Peñas Blancas, frontera norte, donde hay filas de hasta 20 kilómetros, de lado nicaragüense, de furgoneros que deben esperar a que les realicen la prueba.
El cierre fue anunciado por el ministro de Hacienda de Costa Rica, Rodrigo Chaves, en una nota de La Nación y confirmada por Marvin Altamirano, presidente de la Asociación de Transportistas de Nicaragua en el medio La Prensa de ese país.
“Los transportistas no ingresan a Costa Rica por la medida de no permitir el ingreso a todos los conductores de los países de Centroamérica”, dijo Altamirano al medio nicaragüense.
Falta de productos
Francisco Quirós, director ejecutivo de la Cámara de Transporte de Carga de Costa Rica, dijo que podría haber un desabastecimiento de frijoles que vienen específicamente de Nicaragua y de productos de limpieza que nuestro país manda a traer a México, como jabones, desinfectantes, detergentes y papel higiénico.
Mientras tanto, aseguró que en Costa Rica podrían quedarse pegados productos lácteos, avícolas y comestibles como galletas. En ese sentido, dijo que la Dos Pinos y Carguill son empresas que pueden verse muy afectadas.
Dijo no tener el dato exacto, pero que en Costa Rica pueden haber unos mil transportistas de carga pesada.
“Hemos estado trabajando en una propuesta con el gobierno que ponga en la balanza entre la seguridad sanitaria y la logísitica de las mercaderías. Comprendemos la situación, pero somos la primera línea de servicio a nivel mundial y gracias a esto no hay problemas de desabasto.
"Había una caída de exportaciones e importaciones, pero allí estábamos, lo sosteníamos, pero ahora será difícil con una paralización de este nivel”, explicó Quirós.
José Salas, de la Cámara de Comercio Exterior (Crecex) dijo que a las 4 de la tarde de este lunes había una comitiva del Gobierno analizando la situación para ver el rumbo que va a tomar Costa Rica ante la situación.
El ministro de Agricultura, Renato Alvarado, añadió que el país debe buscar alternativas para importar frijoles de otro lado.
Ante esa situación, Costa Rica propuso al Consejo de Ministros de Integración Económica Centroamericana (COMIECO) tres puntos específicos para solucionar la crisis.
Primero la elaboración de un protocolo regional de medidas de bioseguridad en el marco de la pandemia del COVID-19, para proteger la salud de los ciudadanos y permitir el comercio regional basado en mejores prácticas sanitarias y evidencia científica.
Lo segundo fue conformar un grupo de trabajo regional para operativizar los flujos de comercio en Centroamérica y tercero, garantizar la apertura de todas las fronteras terrestres de la región.
“Las dos últimas medidas no fueron sometidas a aprobación de COMIECO, y en su lugar se cuestionó el marco de legalidad de las medidas adoptadas por nuestro país.
"Esta situación complicó la posibilidad de llegar a acuerdos regionales que permitan atender con urgencia el estado de nuestras fronteras. Seguiremos realizando todos los esfuerzos que se encuentran a nuestra disposición para evitar un impacto negativo a nuestras importaciones y exportaciones”, indicó la ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez Figueres.