La difícil situación económica que atraviesa el país por el alto precio de los combustibles, el tipo de cambio del dólar y otros factores externos que golpean los bolsillos de los costarricenses, motivó al presidente Rodrigo Chaves a firmar una directriz presidencial impulsando el teletrabajo en el sector público.
Eso sí, las instituciones deberán garantizar la continuidad del servicio, la eficiencia y la igualdad en el trato de los usuarios durante el tiempo que estén trabajando desde sus casas.
La normativa, revisada por la Comisión Institucional de Teletrabajo (CITT), insta a las instituciones descentralizadas, y a los otros regímenes del Estado, a seguir los pasos para tratar de reducir el impacto que tienen agentes externos en la economía de Tiquicia.
LEA MÁS: Dejar el teletrabajo y regresar a la oficina es muy duro para los trabajadores
Según los estudios hechos por la CITT, la implementación del teletrabajo en el sector público, provocaría una disminución de más de 26 mil vehículos por día en las vías de la Gran Área Metropolitana (GAM), o sea, menos presas, lo que también bajaría el consumo de combustibles en más de 52 millones de litros al año, que al precio actual -más de ¢1.000 por litro-, representaría un ahorro al país de más de 52 mil millones de colones.
Eso también beneficiaría al país permitiéndole cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), al lograr disminuir la huella de carbono en más de 30 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
LEA MÁS: Diputados aprueban que teletrabajadores se desconecten al terminar la jornada
Y como lo que más nos interesa es aliviar el bolsillo, el teletrabajo permite a los breteadores ahorrar en promedio ¢363.000 anuales y 60 horas mensuales en traslados al trabajo.