Los guardaparques del refugio nacional de vida silvestre de Ostional, en Guanacaste, pegaron el grito al cielo ya que los vacacionistas dejaron los estañones de basura colapsados y, además, varias bolsas con desechos tiradas.

Los funcionarios hicieron la denuncia en la cuenta de Facebook del refugio.

“A medida que aumenta el número de visitantes, también lo hace el volumen de basura que se queda dentro del refugio, incluyendo playa Guiones, playa Garza, playa Pelada y la boca del río Nosara. Por favor, llévense la basura”, detallaron.

Jeimy Cedeño, administradora del lugar, habló con La Teja y comentó que están valorando quitar los basureros para obligar a los turistas a llevarse sus desperdicios.

Este lugar funciona como refugio desde 1983.

“Quitar los estañones es una posibilidad porque en la mayoría de refugios no hay basureros y la gente se lleva sus desechos. Aquí los tenemos porque la misma comunidad se ha organizado para que el refugio luzca bien. Lo que pasa es que para esta época muchas personas que nos visitan no nos ayudan”, detalló.

Cedeño aseguró que cuentan con once puestos para colocar los desperdicios, pero algunos turistas dejan sus residuos escondidos entre los árboles o los tiran en las playas.

“También hemos encontrado basura enterrada, esto es algo que realmente no queremos que ocurra, pero lamentablemente pasa todos los años”, expresó.

Se molestan

La guardaparques comentó que en todo el refugio tienen rótulos, los cuales les sugieren a los visitantes llevarse los desechos o colocarlos en los puestos, algo que inexplicablemente provoca el enojo de algunos turistas.

“Nuestra obligación es recordarle a todos las reglas, muchos ayudan y otros se molestan, lo que nos dicen es que pongamos más basureros”, añadió.

Uno de los factores que, según Cedeño, les impide evitar que la gente deje basura tirada, es la falta de personal, pues son apenas cinco trabajadores, quienes deben cubrir 13 entradas, una gran área de terreno y 16 kilómetros de costas de las playas Ostional, Pelada y Guiones.

“Somos cinco, pero trabajamos en horarios diferentes, es decir, un turno lo hacen dos y el otro tres. Ahora tenemos el apoyo de la Policía Turística, de la Fuerza Pública y del Cuerpo de Bomberos que nos ayudan con la vigilancia y la basura”, mencionó.

Cedeño agregó que en este refugio no se permite acampar, hacer fogatas, llevar mascotas ni meter los carros a las playas.

“Los letreros indican qué es lo que no se puede hacer. Después del 25 de diciembre hemos sacado 30 o 40 carros diarios que sus dueños meten a la playa”, añadió.

Desde el Sistema de Áreas de Conservación (Sinac) hicieron un llamado a los vacacionistas para cuidar estos espacios, ya que durante este periodo de fin y principio de año es cuando más casos de contaminación se reportan.