Unos 24 mil hogares costarricenses cayeron en el nivel de pobreza en el último año, según la Encuesta Nacional de Hogares (2018) hecha por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y dada a conocer este jueves.

En el país pasamos de 305.231 hogares pobres a 328.848.

Para calcular el nivel de pobreza, el INEC establece que el precio de la canasta básica en la zona urbana es de ¢110.047 y en la rural de ¢84.535; quienes tengan ingresos mensuales iguales o menores a esos montos, según el lugar donde vivan, se considera una persona pobre.

Por eso cayeron como una patada las declaraciones del magistrado Fernando Cruz, el martes anterior, cuando dijo que él pertenece a la clase media cuando gana un salario cercano a los ocho millones. Los costarricenses sabemos que cada vez es más difícil hacer frente al pago del alquiler de la casa, la luz, el agua. los pases y comprar la comidita incluso cuando los sueldos son algo mayores a los que marcan la línea de pobreza.

Los hogares en pobreza extrema, según la encuesta del INEC, pasaron de 86.663 en el 2017 a 99.034 en el 2018. Esos son hogares que no obtienen ingresos mensuales iguales o superiores a ¢49.999 en la zona urbana y ¢41.483 en la zona rural. Esos ingresos dificultan incluso la compra de comida para subsistir. Son los que la tienen más difícil.

Zona sur la más pobre

Al analizar los resultados por regiones se vio que la Central tiene menos pobres que el año pasado, al contrario de la región Brunca (Pérez Zeledón y la zona sur), que es la más afectada con un 32,2% de los hogares pobres (32 de cada 100). La única región que disminuyó el nivel de pobreza fue la Pacífico central (Puntarenas, San Mateo y Orotina) que pasó de 29,9% en el 2017 a un 25,7% este año. En el caso de Guanacaste y Upala, (Región Chorotega) fue donde se concentraron más hogares pobres, se pasó de 22,4% a 26,0% (antes eran 22 de cada 100 y ahora son 26 de cada 100).

Un hecho que contribuye al aumento en el nivel de pobreza es que no crece el ingreso “por cabeza” de los hogares de menores recursos. Si comparamos esa entrada de plata con la que marcaba el límite de la línea de pobreza vemos que este 2018 subió el monto que determinaba quiénes eran pobres y quiénes no. O sea, personas que el año pasado estaban en el grupo de los “no pobres” podrían haber quedado este 2018 en el de los pobres.

Pero incluso los que salieron de la pobreza siguen muy, muy lejos de los ocho millones mensuales que gana el magistrado Cruz.

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El ingreso promedio por trabajo independiente pasó de ¢177.187 en el 2017, a ¢156.945 mensuales en este año. Por otra parte, las ayudas estatales y las becas pasaron de ¢18.393 a ¢19.472 mensuales entre el 2017 y 2018.

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