Iglesia utiliza un carrito a control remoto para recoger la ofrenda

Las celebraciones religiosas también experimentan cambios a raíz de la pandemia del coronavirus, como la gran mayoría de actividades, razón por la cual muchos han tenido que recurrir al ingenio para adaptarse de la mejor manera, como quedó en evidencia con un video que muestra un novedoso sistema que utiliza una iglesia en Haití para recibir la colecta de sus fieles.

El video se publicó en la red social TikTok y se hizo viral, ya que muestra un camión a control remoto que fue modificado para que los fieles pudieran entregar sus ofrendas. Al cajón del juguete le encaramaron un cesto para recibir la platica.

La llamativa iniciativa tiene su lógica, pues mientras las restricciones a los confinamientos se flexibilizan en distintas partes del mundo y algunas actividades empiezan a retomar cierto ritmo, la gente se debe adaptar a la nueva normalidad y las misas y los cultos religiosos no son la excepción, pues en los templos se aplica el distanciamiento físico entre los fieles para evitar eventuales contagios.

Compartido en un artículo reciente del portal LadBible, el video ha sido grabado en lo que parece ser el gimnasio de un club o una institución deportiva y de acuerdo con el usuario que lo compartió en TikTok, este cuenta con sonido ambiente original.

“Empleó todas las tácticas para ganar dinero”, publicó el sujeto que subió el video.

Esta iniciativa no es la única, ya que meses antes, un párroco ya había dado muestras de adaptar los rituales religiosos a la nueva realidad. En Detroit, el sacerdote católico estadounidense Tim Pelc se valió de una pistola de agua para bendecir a las personas en medio del flagelo del coronavirus y así evitar contacto con los fieles, pero si dejar de cumplir su labor.

En aquella ocasión, fue la cuenta de Facebook de la parroquia St. Ambrose Parish la que compartió las imágenes del religioso en una escena no habitual. En las fotos se podía ver al padre Pelc con un barbijo, una máscara protectora y la pistola con la que les lanzaba agua a los fieles que llegaban por la bendición.

En Costa Rica, el sacerdote Luis Alberto Aguilar, de Guácimo, se la ha jugado bonito haciendo subastas muy divertidas y amenas desde su página que Facebook y las cuales son todo un pegue en las redes sociales y que resultan un alivio económico para su iglesia en estos duros momentos.

Sin duda, los religiosos también se la han tenido que jugar en medio de la pandemia para llevar la palabra de Dios a sus fieles de formas muy originales y novedosas. Dios está en todo lugar.