Italiano encadenado busca apoyo

Paolo Padrone, el papá italiano que hace huelga de hambre y está encadenado frente a los Tribunales de Justicia de San José, convocó a los padres del país que no pueden ver a sus hijos a reunirse el domingo a las 10 de la mañana.

Su protesta se origina en eso: dice tener ya 15 meses sin poder ver a sus dos hijas, 

“El Día del Padre será muy amargo para mí, ya son varios años que vivo así. En esta ocasión me gustaría que los papás que estamos viviendo esta situación tan dura e injusta, compartamos aquí (en el bulevar de los Tribunales de Justicia), para hacer un llamado a las autoridades de que los hombres tenemos que ser escuchados y respaldados por la Justicia, tal y como lo son las mujeres”, afirmó Padrone quien este jueves cumplió 24 horas encadenado.

Con el objetivo de comprobar si él era un padre desesperado pero que está solo porque casos como el suyo no hay otros en el país, Padrone puso unas hojas blancas para que firmen quienes pasan por lo mismo que él. Hasta el mediodía de este jueves ya tenía 77 firmas de hombres que se acercaron y lo felicitaron por su batalla.

Adolfo Pérez Solís es del barrio El Carmen de Paso Ancho, tiene tres hijos a los que no ve desde hace 7 años porque,  afirma, su exesposa hace hasta lo imposible por ocultárselos. “Estoy exactamente igual que Paolo, no puedo ver a mis hijos. El domingo voy a venir, porque vivo a diario el mismo sufrimiento de este italiano”, comentó Adolfo.

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A Paolo también se le acercó César Ramírez, quien fue echado de su casa y tiene dos años de vivir donde lo dejen. En su caso la cosa pinta diferente porque como sus hijos tienen 24 y 31 años y ellos toman la decisión de ir a verlo, entonces los disfruta muy seguido. Claro, entiende perfectamente al italiano porque, afirmó, tras ser acusado como agresor cayó en depresión, tuvo que pagar psicólogo, perdió 24 libras y hasta pensó en dejar este mundo. Sin embargo, gracias a la ayuda de mucha gente ha salido adelante. “A los hombres las leyes nos están matando, nos arrancan la vida en un segundo y nos tiran a la basura”, afirmó Ramírez.