Si ya de por sí ir a ver a su artista favorito a cualquier lugar le sale “cariñoso”, será mejor que prepare el bolsillo, empiece a ahorrar o confórmese con seguir escuchando su música preferida en la radio o mediante los videos en YouTube porque con el impuesto al valor agregado (IVA) los conciertos y las mejengas subirán su precio.
Esto porque ahora todos lo que tenga que ver con el mundo del espectáculo, desde el que coloca la tarima, el que pone las luces, brinda la seguridad, produce, toma las fotos, el que anima y hasta los paramédicos, que permiten que usted disfrute al máximo de estas actividades, deberán cobrar el 13% por sus servicios, y como nadie trae a un artista para perder plata, pues dos más dos son cuatro y ya sabe quién pagará el baile.
El analista financiero, Daniel Suchar explicó que otros entretenimientos como el cine, ya pagan el impuesto de ventas por lo que seguirán igual, todo lo contrario al teatro que sí deberá incluir ese porcentaje en el valor de sus entradas que ofrece las entradas más baratas a siete rojos, por lo que le sumará ¢910 a ese valor.
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Los espectáculos que se realizaban en el Teatro Nacional, por tratarse de un lugar del Estado, quedaban exentos de ese pago de impuestos, pero ahora, fijo deberán cobrar más.
El que sí se salvó fue el Parque Diversiones, que por tratarse de la Asociación Pro Hospital Nacional de Niños cuyos recursos se destinan al bien social, continúan exentos del pago de impuestos.
Otras que se encarecerán serán las entradas al estadio.
De momento los que se están salvando son las plataformas digitales como Netflix y Spotify que se cobran en otro país, porque Hacienda anunció que tardarán un mes y medio en definir cómo será el cobro, por lo que este costo no se sentirá a partir del 1° de julio, por el momento.
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