Una representación de la Sagrada Familia, de carne y hueso, caminó este martes por el centro de San José llevando un mensaje navideño de paz y unión.
Jesús, José y María acompañados de un burrito y angelitos, fueron los encargados de representar los pasitos vivientes que sorprendieron a los visitantes de la capital.
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El papá Keyner García, la mamá Yennery Hernández, su bebito Santiago de año y medio y sus hijos Emanuel y Ariadna, se vistieron con los trajes de la época de Jesús para recorrer el camino que va desde la Curia Metropolitana hasta la plaza de la Cultura.
En la esquina de la antigua radio Monumental se instaló un humilde pesebre, simulando donde nació el Niñito en Belén.
“Estamos muy contentos y felices de representar la familia de Nazareth. Es una experiencia única que nos hace reconocer el sentido de la Navidad, de pasar en familia y que Jesucristo sea el centro de nuestro hogar. También retomar valores que se han pedido. Nosotros defendemos la vida y el matrimonio natural, como Dios lo constituyó”, aseguró Yennery, en referencia a la posición que ha mantenido la Iglesia católica en contra del matrimonio de personas del mismo sexo, el cual regirá en Costa Rica a partir de mayo del 2020.
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“Queremos rescatar el mensaje de amor y unión que deben existir en una familia. Es un gran orgullo tener esta oportunidad que nos da Dios como familia, como matrimonio sacramental”, indicó Karla Castro, quien también fue con su familia a representar el nacimiento de Jesús en vivo. Ella, con siete meses de embarazo, llegó junto a su esposo Rónald Zúñiga.
Mientras las familias caminaban por las avenidas Central y Cuatro, las acompañaron el Coro de Seminaristas, el cual animó la actividad entonando villancicos muy acordes con la época.
Adiós corre-corre
Doña Ana Arias fue una de las personas que pasaba en ese momento por la capital.
“Este tipo de actividades son muy bonitas, nos sacan del corre - corre y el consumismo que envuelve el mes de diciembre y nos hacen reflexionar sobre lo importante de esta época”, aseguró esta oficinista.
Rafael López, vecino de Desamparados, también fue uno de los espectadores.
“Me gustan estas actividades, muchas veces nos olvidamos del nacimiento de Jesús, pero Navidad no son las compras ni el aguinaldo, como muchos piensan”, indicó López.
Nueve años de tradición
Las familias que han participado por nueve años en esta bonita tradición pertenecen al movimiento católico Matrimonios en Victoria (MEV), el cual ayuda a los matrimonios, jóvenes y novios a llevar una vida en gracia.
“Dios nos permite detenernos y reflexionar en estos días tan ajetreados y pensar en el verdadero sentido de la Navidad, que es recordar lo que debe nacer en nuestras familias, como la paz, la alegría y el perdón. Eso es lo que nos llama en este momento a recordar lo que estos matrimonios representan. Ellos vienen a servir a esta actividad, pero en realidad salen servidos”, indicó Xiomara Garro, administradora del MEV.
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El sacerdote Francisco Morales dio un mensaje durante la actividad.
“Debemos fijarnos con mucho cuidado y detenimiento que el hijo de Dios para venir a nosotros eligió a una familia para nacer de ella, la familia de María y José”, indicó el cura.