Joven accidentado pudo sentarse después de cuatro años gracias a cirugía

Ortopedista colombiano hizo complicadas reconstrucciones este semana y capacitó a médicos ticos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Josué Tenorio está todo contento porque esta semana, gracias a una operación, pudo volver a sentarse luego de cuatro años de no hacerlo.

Algo tan normal y sencillo para muchos para él era toda una odisea, ya que perdió parte de la cadera en un accidente de tránsito.

Tenorio fue uno de los 15 pacientes de ortopedia del hospital Calderón Guardia que esta semana se vieron beneficiados con cirugías especiales a cargo del especialista colombiano Luis Fernando Mena, que vivo a capacitar a médicos ticos.

Entre los complicados procedimientos que hicieron estuvieron alargamiento y corrección de fémur (hueso que une la cadera y a rodilla), acortamientos de tibia (uno de los huesos que une a la rodilla con el pie), reconstrucciones de pie y otras correcciones severas en piernas y pies.

En el caso de Josué, a él le pusieron un soporte pélvico y dice que aunque la recuperación apenas está empezando, ya se siente mucho mejor.

“Yo tuve un accidente de tránsito hace cuatro años y perdí la cadera, además me tuvieron que cortar parte del fémur izquierdo porque me quedó destruido. Durante este tiempo me han hecho varias cirugías y en esta última del lunes me hicieron un soporte pélvico en el que me reconstruyeron la cadera poniéndome un pedazo de fémur.

“Yo antes no me podía sentar porque no podía doblar la pierna, pero ya el martes amanecí sentado y demasiado contento de ver tantos cambios en tan poco tiempo. Tengo que llevar un proceso de rehabilitación, pero se que valdrá mucho la pena y me ayudará a llevar una vida lo más normal posible; quiero terminar el colegio y volver a trabajar y siento que ahora sí voy a poder”, dijo el joven de 24 años.

Un milagro

Jonathan Campos es otro de los pacientes que operaron esta semana y también está feliz ya que describe su caso como un milagro.

“Tuve un accidente en moto en enero del año pasado, un carro irrespetó un alto y me chocó, me quebró la tibia y el peroné de la pierna izquierda y desde entonces me han hecho seis cirugías.

El paciente dice que debido al suceso su tibia quedó más corta y en la operación de esta semana le volvieron a quebrar el hueso y le pusieron unos fijadores externos para guiar la tibia mientras se regenera.

“El tutor (aparato ortopédico externo con pines) que me pusieron es ajustable y la idea es ir adaptándolo cada cierto tiempo para corregir un desvío que tiene la tibia, ya que además de más corta, está hacia adentro.

“Esta operación me llena de alivio, esperanza y mucha alegría porque es un paso más en mi recuperación, existe la posibilidad de que esta ya sea la última cirugía”.

Jonathan dice que todos los dispositivos que le han puesto generan incomodidad, pero no dolor.

“Las primeras operaciones fueron las más molestas porque la pierna estaba muy débil, sin embargo, gracias a la terapia ya está más fuerte y más estable, además ya estoy acostumbrado a los tutores”.

Él dice que su familia ha sido fundamental en el proceso que está llevando.

“Antes del accidente yo vivía solo y por lo que me pasó mis papás adecuaron un cuarto en la casa de ellos. Esto ha sido fundamental, no solo por la atención y el cuidado, sino por la parte anímica, mental y emocional, el cariño y los gestos han sido parte de la terapia”.

Gran empujón

El ortopedista Roberto Ulloa, del hospital Calderón Guardia, dice que con los conocimientos aprendidos esta semana esperan seguir haciendo cirugías de este tipo para tratar pacientes con problemas ortopédicos severos, sobre todo en personas jóvenes.

“El procedimiento quirúrgico permite equiparar extremidades, corregir defectos de hueso secundarios a algún trauma severo, que tuvieran fracturas expuestas, defectos óseos, o pacientes que hayan sido tratados anteriormente con otros métodos y por el tipo de lesión que tienen no fueron sido exitosos por diversas razones”.