Un día, cerca de la finca de su papá, Jeremy Quesada vio una orquídea y de inmediato hizo click con esa planta. Era una cavagra, también conocida como lluvia de oro.
“Era muy niño, incluso no había entrado a la escuela. Recuerdo que ese día me llamó la atención la flor y desde entonces no puedo percibir mi vida sin las orquídeas, es una conexión natural y ya desde los 15 años me dedico formalmente a la orquideología”, aseguró.
Quesada, dueño del vivero Orquídeas Bella y vecino de Platanares de Pérez Zeledón, será uno de 16 expositores que participará en la VII Exposición Nacional de Orquídeas de la Independencia, que es organizada por la Asociación de Jueces de Orquídeas de Costa Rica (Ajocori).
La muestra, llena de bellezas, iniciará el próximo viernes y se mantendrá abierta hasta el domingo 1° de setiembre, en el piso 6 de la torre de estacionamientos del Hospital Clínica Bíblica. La entrada cuesta ¢2.500 para el público general, ¢2.000 para los adultos mayores y los menores de 12 años no pagan.
Un apasionado
A sus 32 años, Jeremy comentó que lo que le llama la atención de las orquídeas es la forma de las flores.
“Sus flores son muy diferentes a las de las demás plantas. Son tan evolucionadas, que tienen el poder de transmitir paz a los que las poseen, son muy agradecidas, cuando uno las ve se da cuenta si le gustó lo que uno le hace”, dijo.
Al consultarle cuál es su orquídea favorita, Quesada lo piensa un poco, pues todas le gustan. “Me llaman la atención las miniaturas, porque a pesar de ser tan pequeñas tienen una belleza difícil de describir, sus flores son raras, eso es lo que más me ha cautivado”, manifestó.
Este orquideólogo aseguró que al cumplir los 15 años le comunicó a su familia que se dedicaría al tratamiento de estas plantas y al inicio hubo un poco de resistencia por parte de su familia.
“Al inicio, el principal reto fue la misma familia, porque una persona joven dedicándose a las orquídeas no representaba una fuente de ingresos y me decían que desechaba tiempo valioso en algo que no iba a generar. Una vez que se empezaron a dar los resultados, cambiaron de opinión”, agregó.
Jeremy ha ganado 33 premios otorgados por la Asociación Americana de Orquideología, que se dedica a juzgar las plantas, basados en datos de países como Estados Unidos, Colombia y Taiwán. Además, forma parte de la Asociación Generaleña de Orquideología y este año fue electo como el presidente de esta organización.
“Lo mas satisfactorio de trabajar con orquídeas es poder crear uno mismo la planta a través del cruce. Es verlas crecer, florecer, saber que uno la cultiva desde pequeño, es como ver un hijo crecer. Además me satisface ver cuando una persona adquiere una planta y la felicidad que esto le produce”, comentó.