Joven que haría de Cristo en procesión: “Este año Jesús carga la salud de todos”

Después de varios meses ensayando para representar al hijo de Dios, los actores hablan del dolor de una Semana Santa sin procesiones

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Después de todo un año ensayando para interpretar a Jesús en la procesión del Encuentro, los actores deben olvidarse de todo y quedarse en la casa porque el coronavirus canceló las celebraciones de Semana Santa.

Y es que el pasado 16 de marzo la Conferencia Episcopal envió un documento para conocimiento de todo el país: “como Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, hemos tomado la iniciativa de pedir a nuestros sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas y responsables de iglesias en general, observar las siguientes disposiciones.

“Se deberán suspender todas las procesiones, vía crucis y otros ejercicios de piedad en forma pública durante esta Cuaresma y Triduo Pascual y hasta nuevo aviso”, esto por la pandemia mundial del coronavirus.

Hablamos con algunos Jesús que dejaron sangre, hicieron dieta para perder varios kilos con tal de alcanzar la mejor interpretación del hijo de Dios.

Sorprende que todos los actores que interpretarían a Jesús respondieron lo mismo cuando les preguntamos ¿qué va a hacer el Viernes Santo?

“Quedarme en casa sin salir a ningún lado, al mediodía rezar y a las tres de la tarde con un crucifijo leer la pasión de Cristo en la Biblia”.

Kilos menos

“Representar a Jesús significa demasiado. Cuando a uno le dicen por primera vez siempre hay duda, miedo, nervios, uno dice que no, pero después reflexiona sobre el gran honor que eso significa y acepta. La preparación es muy dura porque uno busca que todo salga excelente”.

Con un tono de dolor en su voz, Jasson Barrientos Rodríguez, vecino de San Rafael de Alajuela, nos cuenta cómo se preparó para interpretar al Hijo de Dios.

"Me estaba preparando muy bien, me lo tomé muy a pecho. No tengo problema a la hora de interpretar un personaje, pero en el caso de Jesús fue diferente, cuando me dijeron pensé en un no, porque no soy delgado, soy gruesito y la gente espera un Jesús delgado, sin embargo, acepté.

“Ensayé muy duro, me metí con una nutricionista para bajar de peso y logré bajar seis kilos, el papel de Jesús lo necesitaba y yo estaba decidido a cumplirle… hasta que cancelaron las procesiones, todo se vino abajo y bueno, es por el bien del país.

"Este año Jesús no carga la cruz del mundo, carga la salud de todos”, explica Jasson, quien con 1,80 metros de estatura llegó a pesar 85 kilos, para estar a punto del personaje que actuaría para la parroquia San Antonio de Padua en Belén.

Eso sí, Jasson asegura que el gusanito de Jesús le quedó y espera ser tomado en cuenta para el otro año, de hecho, asegura que lo haría con más fuerzas, más ganas porque está convencido que ni en los tiempos bíblicos ni en estos tiempos de coronavirus a Jesús nada lo detiene.

“Sí, me golpeó cuando confirmé que no habría procesiones, ya había ensayado mucho y tenía el papel bien dominado, pero bueno, será en el tiempo de Dios”, dijo.

Rodillas cholladas

Mauricio Picado Roquet, de 37 años, iba a cumplir su quinto año consecutivo como Jesús. Cuatro años lo fue en la parroquia San José de Palmares de Pérez Zeledón e iba a debutar en la parroquia San Isidro Labrador en San Isidro del General.

“Los ensayos son muy fuertes, en verdad que la representación de Jesús necesita una entrega total. Estoy convencido que para todas las representaciones es lo mismo. Imagínese que para el último ensayo lo hicimos tan real que cuando llegué a mi casa me di cuenta que me había roto las dos rodillas y tenía ya hasta sangre seca. Claro, en el momento uno no se da cuenta ni siente nada”, aseguró Mauricio.

Este palmareño explica que representar a Jesús deja más de lo que se da.

“Se puede pensar que uno está dando mucho con la actuación, pero no es así, más bien no se compara lo que uno da con lo que uno recibe. Interpretar a Jesús te toca el corazón, te mueve todas las fibras del cuerpo, te arruga el alma. Es una interpretación deliciosíma, se disfruta demasiado, se recibe demasiado”, aclaró.

Mauricio también se preparó muy bien, por eso todo el año lo dedicó a entrenarse física y mentalmente.

“El sol, la caminada, en mi caso le he dicho a los romanos que me den duro porque hay que hacer la actuación lo más real posible y eso duele. La cruz, que además de pesada, es superincómoda y maltrata demasiado… si uno no se prepara hasta puede caer desmayado fácilmente”, comentó.

Sobre esta particular Semana Santa, se mostró muy dolido, pero al mismo tiempo comprensivo.

“Es un golpe duro no hacer la procesión; sin embargo, es por el bien del país. Creo que también es una lección de Jesús, él siempre se sacrificó por su pueblo”.

Buena condición física

Julián López Martínez es vecino de la León XIII en Tibás y se alegra de ser el Jesús de su comunidad. Esto porque sus papás, don Julián López Acuña y doña Vanessa Martínez Herrera, están muy orgullosos de verlo actuar en las procesiones, así como sus hermanos, Josúe (quien ya actuó de ladrón) y Jeremy.

En los dos últimos años hice de Jesús, es un papel que necesita un ensayo de todo el año. Hay que meterse mucho en el papel, porque se debe tener preparación mental, sicológica y física. En verdad es una representación que necesita muy buena condición física porque se cansa uno demasiado.

Julián recuerda que la procesión es larga, es como de 9 de la mañana a 2 de la tarde, eso necesita condición física. El trabajo sicológico que se ensaya es porque Jesús camina con la cruz, que pesa bastante, por lo que se requiere fortaleza mental para terminar el recorrido; están también los latigazos de los soldados romanos.

“La representación de Jesús es muy observada. Recuerdo como una anécdota que hace un año durante toda la procesión iba una chiquita adelante que cada vez que yo caía ella me sonreía muy lindo, esa sonrisa me quitaba todo el cansancio y la asoleada, fue demasiado lindo llevar ese angelito a la par”, recordó Julián.

¿Qué queda después de actuar como Jesús?, le preguntamos a este joven de 24 años.

“A mí me dejó muy claro que Jesucristo tuvo y tiene una gran misericordia por su pueblo, que nos ama, que sufrió demasiado. La actuación no es en nada parecida a lo que él sufrió; sin embargo, permite entender un poquitico ese sacrificio de amor tan grande”, respondió.

“Me duele mucho que el coronavirus haya provocado que se suspendan las procesiones, es algo que nosotros los católicos esperamos con mucha fe y devoción. Me duele por el trabajo de ensayo de casi todo un año que se debe olvidar”, comentó este Jesús de la Parroquia San Pedro Claver de la León XIII.

Tocó dieta

Jimmy Varela Sánchez, es vecino de Alajuelita y ha interpretado diferentes papeles en las procesiones de su comunidad, en San Josecito, en La Aurora, en barrio Cuba y este 2020 se preparó bien duro para ser por octavo año consecutivo el Jesús de la parroquia San Sebastián de San José.

“Por una situación familiar que estoy pasando este año era demasiado significativo para mí, en verdad quería representar al hijo de Dios, además, justo este año cumplo 33 años (edad en que murió Jesús), pero bueno, así de lindo es Dios, él es el que manda uno obedece”.

Al igual que el resto de actores, su preparación tardó un año.

“Hay que rezarle mucho a Dios, todos los días, todo el año, no es una representación cualquiera, es Jesús. Yo cuido mi peso, hago dieta y desde mucho tiempo antes dejo de comer carne.

“Ya en la iglesia estábamos en los detalles finales, buscando la madera para las cruces, alistando todo lo del calvario e identificando recorridos, puedo decir que teníamos todo listo”, comentó.

Cuando le informaron oficialmente que se suspendía todo, sintió un gran golpe, una profunda tristeza.

“Los que estamos en la iglesia amamos lo que hacemos y yo amo interpretar a Jesús, por eso me dolió la noticia, fue duro y me costó asimilarla”, acepta este alajueliteño.

Tiene dos anécdotas que jamás olvidará cuando interpretó a Jesús en años pasados. En una ocasión, diciendo la última frase antes de la muerte de Jesús (“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”), al dejar caer su cabeza pasó una paloma blanca encima de él.

En otra ocasión, durante la procesión y los azotes, en barrio Cuba, una señora se le acercó y lo abrazó y le dijo que necesitaba que pidiera por su hijo porque se lo habían matado hace pocos días, eso le rompió el corazón, lo sacó del papel porque el dolor de la mamá era mucho; sus compañeros abrazaron a la señora y hablaron con ella, mientras a Jimmy le costó un poquitico volver a meterse en el personaje.