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Joyería Cavallini cumple 130 años de ofrecer calidad y buen trato

Empresa de relojes y joyas es de las mejores del país

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¿Cuál es la receta para la vida eterna?, pues según la joyería Cavallini es ofrecer calidad y un buen trato.

La empresa, ubicada en el centro de Chepe, 150 metros al oeste de la esquina suroeste del Banco Nacional, cumple 130 años este 2021 pues fue fundada en 1891. ¡Vaya ejemplo!

“Yo trabajo con precios más económicos que toda la competencia y doy un servicio más económico con un Cartier o un Rolex. Y la misma gente nos hace crecer con la exigencia y nos ayudan a ser la mejor del país”, explicó Guillermo Cavallini, actual propietario y quien mantiene el legado junto con sus hijas Paola, Andrea y Carolina.

Expresidentes

La joyería tiene tanto nivel que gran cantidad de expresidentes pasaron en algún momento a comprarse alguito.

Daniel Oduber, Mario Echandi, José María Figueres, Rafael Ángel Calderón Fournier, Laura Chinchilla, Óscar Arias y su hermano Rodrigo, exministro de la Presidencia, pasaron a que don José Luis (papá de don Guillermo) les reparara algún tesoro.

El fundador del legado fue don Filippo Cavallini Cuoghi, quien se vino de Italia junto con su esposa Emma Colombari, con quien tuvo 27 hijos.

El negocio comenzó como un taller de reparación de relojes suizos de 1850, ya que como Suiza colinda con Italia, don Filippo aprendó a repararlos, sobre todo los de bolsillo.

“En ese entonces solo existían tres tipos de relojes: alemanes, franceses o suizos, esos últimos dominaban el cincuenta por ciento del mercado y la gente que tenía la oportunidad de viajar a Europa por medio de barco, se traían un reloj y cuando dejaba de funcionar, buscaban a mi abuelo”.

Según don Guillermo, cuando su papá heredó el negocio reparaban algunos relojes hechos en madera y cuando no encontraba la pieza disponible, él mismo ponía manos a la obra para fabricarla en su torno de pedal.

Al actual propietario le gustan los relojes antiguos, por eso los ha ido comprando, porque sin duda son muy diferentes a los de ahora.

Trabaja muchos relojes de pared, cucús traídos de Alemania y siempre de marca, para así darle garantía al cliente de que no tendrá inconvenientes por su compra.

Buena clientela

Tal vez usted crea que ya la gente no compra relojes de pared, pero nos contó don Memo que sobran las reparaciones y ventas de relojes de este tipo.

Muchos recurren a la familia Cavallini para tratar de rescatar algún reloj con un gran valor sentimental, porque pertenecía a algún abuelito o papá ya fallecido.

“Nosotros tenemos una variedad inmensa de relojes de bolsillo usados a la venta. Muchos venden relojes chinos, nosotros solo alemanes o suizos, para evitar problemas”, agregó.

Don Memo ha adquirido tanta experiencia con los años que es capaz de identificar si un reloj es bueno o de mala calidad con solo verlo a dos metros de distancia.

Antigüedades

La familia aún mantiene en el negocio una caja fuerte de 1,80 metros, de unos 70 años, en la que guarda los valores de sus clientes.

“Yo recuerdo que yo empecé a trabajar en 1968 y un reloj suizo costaba entre ocho colones y 18 colones el más fino y todavía circulan y nosotros tenemos repuestos para ellos”, contó el joyero.

Ahora cualquier reloj suizo no baja de los mil dólares (618.000 colones) si es de batería y $1500 (¢927.000) en acero y de faja de cuero.

Con la crisis económica de los años 80, los ticos comenzaron a buscar relojes más baratos y de mala calidad.

“Los celulares son una competencia muy grande, porque en un solo aparato el cliente tiene hasta termómetro, despertador, cronómetro, además de la hora que se la muestra en 12 o 24 horas, pero aún hay personas por dicha que como yo, les gusta andar con su relojito”, admitió el comerciante.

Contaditos

En los tiempos de su abuelo se podía confiar en la palabra de la gente y darle fiado, pero ahora asegura que solo a siete clientes les tiene la confianza de venderles así, porque son buena paga.

En el negocio tiene máquinas especializadas para abrir relojes tan exclusivos como los Rolex y hasta mandan a traer los aceites suizos especiales para que los relojes trabajen en todas.

“Un galón de ese aceite especial para relojería puede salir en $100.000 (¢61.800.000)”.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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