Los equipos de vigilancia epidemiológica redoblan esfuerzos en los hospitales ante el aumento del riesgo de posibles focos de infección en los enfermos por el impacto de la huelga en los servicios de lavandería.
La ropa sucia y ropa contaminada (que contiene sangre, líquidos corporales, secreciones o materia orgánica producto de la atención al paciente) se dispone en sitios donde se extreman las medias de seguridad para evitar que generen contaminación hacia los pacientes hospitalizados.
Como es usual, pero ahora con mayor cuidado y precisión, los equipos de vigilancia epidemiológica y control de infección hacen recorridos permanentes en todas las áreas de los hospitales y dan aviso a la admiración para tratar de controlar los posibles puntos de contaminación.
Hasta ahora, lo que han hecho las autoridades ha funcionado pura vida y no se reportan casos fuera de los usuales; sin embargo, los equipos muestran preocupación por los pacientes y se preguntan cuánto tiempo más podrán sostener la contención de transmisión de enfermedad dentro de los hospitales.
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Según las normas internacionales la función principal de un servicio de lavandería industrial en el sector sanitario es convertir la ropa sucia y contaminada, en ropa limpia que garantice el bienestar de pacientes y trabajadores del centro.
El primer paso es diferenciar entre ropa sucia y contaminada. La manipulación de ropa sucia y contaminada puede ser una fuente de infecciones para el personal que la manipula en los servicios o para el personal de la lavandería, por lo que se debe cumplir con algunas normas básicas de prevención en su manipulación.