Un chuzo de escuela estrenaron los estudiantes de la ciudadela La Carpio, en La Uruca, la mañana de este miércoles.
Estudiantes, maestros y familias vieron cumplido un sueño por el que lucharon durante más de 20 años.
Entre las personas que más celebró la inauguración estaba el maestro Florencio Leonardo José Flores, quien llegó a dar clases a esa comunidad hace 24 años y se pensionó en febrero.
Participó con la banda en la inauguración de una escuela, muy agradecido de tener la oportunidad de ver la escuela lista. El centro educativo tiene tres pisos, 36 aulas académicas, dos comedores, laboratorios de cómputo, biblioteca, área deportiva y espacio administrativo.
Además cuenta con una planta de tratamiento de agua y tanques para guardar el líquido.
Aunque la pensión del maestro Florencio llegó antes que la escuela, dijo estar feliz por que este cambio les dará a los niños la educación que merecen.
"Unos siembran y otros cosechan, lo importante es que compartimos y pusimos nuestro granito de arena para los niños de todas las comunidades", aseguró.
Proyecto trae esperanza
La obra le costó al Ministerio de Educación Pública (MEP) $7 millones (poco más de 3.932 millones de colones).
"Los niños de La Carpio esperaron veinte años para estrenar una escuela y ver concretado un sueño. Son instalaciones dignas tanto para los estudiantes como para los educadores", dijo la ministra de Educación, Sonia Marta Mora.
Esto les permitirá a los estudiantes dejar atrás el hacinamiento que los obligaba a dividir los turnos en tres jornadas o tener que ir los sábados.
Aún con ese sacrificio, los menores de edad no podían recibir lecciones especiales como educación física o musical, pero eso quedó atrás.
Los estudiantes estaban felices de la vida porque ahora sí tienen espacio para jugar con sus compañeritos y para recibir clases cómodamente.